Este miércoles las autoridades policiales entregaron detalles de la Operación Búnker, que dejó 13 detenidos por los delitos de tráfico ilícito de drogas, lavado de activos, homicidio frustrado, además de disparos injustificados.
Según publicó Emol, los arrestos se registraron tras allanamientos a 17 domicilios en las comunas de Cerrillos, Estación Central, Lo Espejo y La Granja.
En el operativo llevado a cabo por el Equipo Modelo Territorial Cero de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim), de la PDI, se incautaron 32 kilos de drogas, entre ellas 44 ampollas de fentanilo.
La persecutora jefa de Alta Complejidad Occidente y fiscal regional (s), Paulina Díaz, dio cuenta de que el Ministerio Público muestra preocupación ante la presencia del comercio ilegal esta sustancia en el país.
La fiscal sostuvo que “este fentanilo no era algo usual en Chile y últimamente ha resultado en incautaciones importantes, como nos ocurrió en este caso, lo que nos da cuenta de la introducción al país de este tipo de narcóticos, sustancia prohibida”.
“(Hoy) total preocupación para el Ministerio Público y prioridad definir los canales a través de los cuales se recibe este tipo de sustancia que resulta tan nociva para la salud de la población”, agregó.
De acuerdo a Emol, en el operativo además se incautó cocaína base, clorhidrato de cocaína, cannabis, ketamina, además un fusil calibre 5.56., un revolver, seis vehículos, fuegos artificiales y elementos de dosificación.
Gonzalo Durán, delegado presidencial de la Región Metropolitana, señaló que la banda delictual tenía “una estructura jerárquica, con múltiples funciones operativas de distintas naturalezas vinculadas a la distribución, comercialización y al trabajo de laboratorio en materia de producción de droga”.
Añadió que la organización criminal contrataba a “personas extranjeras, especialmente para labores de seguridad”.
La fiscal Díaz detalló a su vez que la banda delictual tenía “puntos de venta específicos”, los que “operaban 24-7”.
Detalló que la estructura criminal contaba con “definición de los roles” de cada uno de sus miembros, como el trasladado de droga desde los lugares de acopio o laboratorios “ubicados en la zona sur de Santiago” a los puntos de venta de la misma, así como también del retiro de dinero.
Añadió que “contaban con tecnología para en el interior de estos bunker o puntos de venta, efectivamente controlar el sector a través de cámaras que efectivamente disponían en relación a distintos puntos de la población”.