En el primer Foro Mundial sobre la Salud de la OMS, que se inauguró en la capital de Ruanda, Moeti precisó que se está colaborando con el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo (RDC) para declarar un brote de ébola la próxima semana.
Este anuncio se produce pese a que el 2 de junio el Gobierno de la RDC declaró que había controlado el brote de ébola que se desató en la provincia de Bajo Uele, en el norte del país.
El pasado mayo, la OMS confirmó que 37 personas habían enfermado en Bajo-Uele, de los que 32 eran casos sospechosos, tres probables y dos confirmados.
En el foro “Poner a la gente en primer lugar. El camino hacia la cobertura universal de la salud en África”, se discute también sobre los retos y oportunidades de una prestación efectiva de servicios sanitarios y prioridades políticas en la región.
Moeti pidió al sector privado que aumente la participación en salud en África para ayudar a alcanzar el objetivo de la cobertura sanitaria universal en el continente.
“Para fortalecer los sistemas de salud, asegurar la seguridad sanitaria y brindar un mejor acceso a los servicios de salud, los países deben esforzarse por alcanzar un mínimo de 8 dólares por habitante recomendado por la OMS”, indicó la organización.
Asimismo, la jefa regional de la OMS pidió a las partes interesadas en el sector sanitario en África que amplíen la inmunización y lamentó que muchos niños africanos no tengan acceso a las vacunas que necesitan.
“Uno de cada cinco niños todavía no tiene las vacunas que necesita. La cifra es demasiado alta”, denunció Moeti.
No obstante, señaló que África ha registrado algunos éxitos, como los alcanzados en la lucha contra la poliomielitis o la disminución del número de nuevos infectados por VIH y que cada vez más tienen acceso a programas.
El número de adultos y niños infectados con el VIH en África ha disminuido en un 19 % en los últimos cinco años, pasando de 1,63 millones a 1,37 millones.
Además a finales de 2015, la mortalidad materna en la región disminuyó en un 45 % desde 2000 y los fallecimientos de recién nacidos descendieron un 38% durante el mismo período.