La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó este miércoles su informe Estudios Económicos Chile 2025. El análisis subraya el crecimiento del país en 2024, los avances en el control de la inflación, la necesidad de mayor recaudación fiscal, el aumento en el gasto para fomentar la innovación y la importancia de facilitar la expansión de la infraestructura energética para posicionarse como líder en renovables.
El informe, preparado por el Comité de Revisión Económica y de Desarrollo, examina las tendencias económicas y políticas internas de los países miembros. Además, desglosa componentes clave de su desarrollo y ofrece recomendaciones de políticas públicas para optimizar el manejo de sus recursos.
En el caso de Chile, el documento —que consideró datos hasta el pasado 6 de enero— destaca la ralentización de la inflación, que pasó del 14,1% en agosto de 2022 al 4,2% en noviembre de 2024. Este ciclo de relajación monetaria gradual, de mantenerse, permitirá un retorno al objetivo inflacionario del 3%, planteado en 2023.
“La economía chilena ha vuelto a su tendencia de crecimiento gracias a unas políticas macroeconómicas adecuadas, tras el recalentamiento que siguió a la pandemia. Sin embargo, la convergencia de los ingresos de Chile con las economías más avanzadas de la OCDE se ha estancado desde 2012″, resalta el documento. Esto se debe, en parte, al descenso de la productividad y la debilidad de la inversión.
ACORTAR LAS BRECHAS
A largo plazo, las perspectivas de crecimiento de Chile dependerán de su capacidad para impulsar la productividad y la inversión, así como de aumentar el gasto público y fomentar la participación de la mujer en el mercado laboral.
El informe también señala las “grandes diferencias” entre la participación laboral de hombres y mujeres, lo que provoca desigualdades en ingresos y jubilaciones. En este contexto, la OCDE recomienda cerrar estas brechas para fortalecer la salud económica del país, aumentar la población activa y mejorar la asignación de recursos.
La digitalización y la innovación son áreas críticas para acelerar la productividad del país, aunque representan un desafío. Chile está rezagado en competencias digitales, innovación y servicios digitales gubernamentales, factores que limitan su capacidad de obtener mayores beneficios.
POTENCIAR LA INFRAESTRUCTURA ENERGÉTICA
Chile, como uno de los países más vulnerables al cambio climático, ha establecido objetivos ambiciosos para descarbonizar su economía, gracias a su posición privilegiada para desarrollar energías renovables. Sin embargo, este objetivo requiere una mayor inversión.
Según la OCDE, son necesarias políticas para aumentar los precios del carbono, mejorar la regulación, fortalecer la inversión y ampliar la infraestructura energética, incluyendo la transmisión eléctrica y los puertos.
Por último, el informe reitera la necesidad de una reforma fiscal para mejorar la recaudación, algo que el gobierno de Gabriel Boric ha intentado negociar sin éxito durante más de tres años. Chile, como segundo productor mundial de litio, y líder en exportación de cobre, se beneficiará del crecimiento de los vehículos eléctricos y de la actividad industrial en China, concluye la OCDE.
