El proyecto energético realizado por Atlas Renewable Energy es el primero de este rubro instalado en las cercanías de la capital y con una capacidad de 110 MWp, producirá energía suficiente para abastecer a cerca de 110 mil hogares al año.
Quilapilún se encuentra plenamente operativa y está compuesta por más de 350 mil paneles fotovoltaicos distribuidos en una superficie total de 288 hectáreas. Se espera que genere 243 GWh de electricidad al año, energía limpia que permitiría evitar la emisión anual de más de 100.000 toneladas de dióxido de carbono equivalentes o retirar 22.000 automóviles de las calles de Santiago.
El proyecto se adjudicó un contrato de suministro de energía a largo plazo (PPA) con las compañías de distribución eléctrica, en el marco del proceso de licitación de clientes regulados de 2014 y, además, fue el primer proyecto solar con contrato con distribuidoras que se financió en Chile.
Durante la construcción de la planta se empleó mano de obra local y se capacitó a más de 40 personas como operarios de maquinaria. Además, el desarrollo de la planta contempló una serie de medidas de compensación a nivel ambiental, entre ellas la reforestación de especies nativas y la recuperación de suelos.
“La planta Quilapilún es un ejemplo de cómo las energías renovables se han consolidado y cuentan con el respaldo del sistema para robustecer la matriz energética del país. Es, además, la materialización de nuestro compromiso con el desarrollo de proyectos de energía limpia que se construyen en equilibrio con el entorno y de la mano de las comunidades, para contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero y avanzar hacia un desarrollo sostenible”, señaló el gerente general de Atlas en Chile, Alfredo Solar.