En primer término, el documento expresa que “valoramos que el ministro reconozca que una reforma estructural precise de acuerdos y de diálogo y no sea una imposición, ello, por cuanto la mayoría de los chilenos y chilenas ha sufrido hace años las consecuencias de un sistema que es absolutamente contrario a la seguridad social”.
Asimismo, explican que el país se caracteriza por un mercado laboral extremadamente precario, detallando que el salario “para más del 50% de los trabajadores es inferior a los $350 mil líquidos. Las perspectivas para cientos de miles de chilenos es que el empleo informal continuará aumentando y por consecuencia, aumentará el deterioro salarial que tiene un impacto directo en el ahorro previsional”.
En este contexto, aseguró la organización, “los sectores vinculados al poder no pueden seguir repitiendo la monserga de que se precisa aumentar el ahorro individual para mejorar las pensiones. Con un mínimo de ética se comprenderá que no son los más pobres quienes deben distraer una fracción mayor de su salario para garantizar futuras pensiones”.
Ante ello, la coordinadora No+AFP plantea la posibilidad de considerar la idea de reforma previsional que ésta ha preparado. “Tenemos una propuesta viable financieramente. Es solidaria, principio esencial de la Seguridad Social reconocido por la OIT. Es gradual. No provoca descalabros al ahorro interno; en fin, es una propuesta construida con una visión integral de la seguridad social”.
Es así como en la declaración critican el aumento de un 4% que plantea el gobierno, indicando que es insuficiente. “Necesitamos acercarnos a los promedios de los países de la OCDE. Más aún, teniendo en cuenta que el 50% de los actuales pensionados recibe menos de $147.269. Nosotros hemos planteado subir gradualmente las contribuciones a un 8%, porcentaje que se condice con los estándares de los países que cuentan con seguridad social”.
Al concluir, la coordinadora invita “a todos los actuales congresistas, a sumarse a la gran tarea de restituir un derecho esencial para los trabajadores chilenos arrebatada en 1981 y que ha negado sostenidamente la posibilidad de reconocerle a nuestros viejos una cuestión esencial de toda sociedad que se precie de moderna: dignidad”.