Dos sicarios fueron detenidos a fines del mes de abril, después que decidieran matar al hombre que los contrató en Alto Hospicio, región de Tarapacá.

Según información de LUN, el fallecido fue identificado como Crescencio Gómez (59), quien contrató a dos jóvenes colombianos, de 21 y 25 años, para que asesinaran a su expareja, con quien vivía en la misma casa y tenían un hijo.

El hombre había inventado que la mujer le debía $3.000.000, por lo que había acordado que fuera asesinada la madrugada del pasado 10 de abril.

Aquel día, Gómez salió de su casa a las 2:30 horas para juntarse con los sicarios y entregarles una suma de $600.000, pero los jóvenes se negaron a cumplir el trato y mataron al hombre.

Finalmente el cuerpo fue hallado en un terreno baldío de Alto Hospicio y, según las autoridades, Gómez no portaba su billetera ni su teléfono celular.

El abogado defensor de uno de los colombianos explicó que se negaron a matar a la mujer porque no podían dejar al menor sin su madre, algo que fue calificado como un “código” en el mundo criminal.

“Esa noche, este caballero les contó la verdad mientras caminaban en dirección a su domicilio. Mi defendido le respondió: ‘pero cómo vamos a hacer eso’. Empezaron a discutir con el cliente. Discusiones morales, básicamente. Este señor les decía: ‘qué les importa, si les estoy pagando. Esto no es gratis. A ustedes no les importa quién es la persona. Hagan el trabajo’“, relató el abogado Gabriel Cuevas a LUN.

Después de contar la verdad, ambos sicarios se negaron a cumplir el crimen, por lo que el sujeto pidió el dinero de vuelta.

“Nuestra tesis es que hubo un forcejeo entre la víctima y los imputados antes del homicidio. Lo que pasa es que este señor, luego de ser cuestionado por los imputados, pidió la devolución de su dinero, los $600.000. Exigía que le devolvieran su plata si no iban a hacer el trabajo”, sostuvo Cuevas.