La escasez global de procesadores que ha ralentizado la fabricación de dispositivos electrónicos en todo el mundo ha comenzado a afectar a la japonesa Nintendo, que reconoció que la producción de su consola Switch este año es “incierta”.

En un encuentro con inversores, el director ejecutivo y presidente actual de Nintendo, Shuntaro Furukawa, anunció los planes de la compañía para fabricar 25,5 millones de unidades de su consola Switch durante este año fiscal 2021 -hasta marzo de 2022-.

No obstante, Furukawa reconoció que la demanda de ‘hardware’ “continúa excediendo las expectativas” de la empresa, y que “actualmente la producción no está siendo capaz de satisfacer la alta demanda debido a la escasez de suministro de semiconductores”, los materiales usados para fabricar chips.

“Aunque actualmente nos esforzamos por producir tantas unidades como sea posible, el hecho es que nuestros planes de producción son más inciertos de lo que eran al comienzo del ejercicio fiscal anterior”, afirmó el ejecutivo de Nintendo.

La escasez global de procesadores es un problema que lleva todo el año afectando a la industria electrónica y que han denunciado productores de chips como Qualcomm e IBM. Como resultado, la fabricación de algunos vehículos ha debido paralizarse, entre otros productos electrónicos.

La fabricación de videoconsolas se encuentra entre los sectores más afectados por los problemas de suministro, ya que además de Nintendo, Sony y Microsoft experimentan importantes dificultades para satisfacer la demanda de sus consolas de nueva generación PlayStation 5 y Xbox Series X y S.