El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró este lunes que la muerte de civiles en el ataque realizado la noche de este domingo en un campo de desplazados en Rafah, fue un “trágico percance”.
En una audiencia en la Knéset (Parlamento israelí) con familias de rehenes, Netanyahu comentó que “estamos investigando el caso, esa es nuestra política. Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia”.
Según consignó Radio Biobío, y de acuerdo a lo informado por Times of Israel, Netanyahu subrayó que no tiene intención de terminar con la guerra, a pesar de la condena internacional por la ofensiva militar israelí. .
En este sentido, mencionó que “quienes dicen que no están preparados para resistir la presión levantan la bandera de la derrota (…) seguiré luchando hasta que se levante la bandera de la victoria. No tengo intención de poner fin a la guerra antes de que se hayan alcanzado todos los objetivos”.
“Si cedemos, la masacre volverá. Si cedemos, le daremos una gran victoria al terrorismo, a Irán”, añadió.
Cabe señalar que al menos 45 personas fallecieron en el incidente, debido a un ataque israelí en una supuesta “zona segura” en el barrio de Tal al Sultan, al noroeste de Rafah, donde estaban cientos de personas en un campamento improvisado, el cual Israel todavía no ordenaba evacuar.
Por su parte, la citada emisora indicó que las primeras conclusiones de la investigación de Israel, establecen que la mayoría de los fallecidos en el ataque perdieron la vida por el incendio generado luego del estallido.
En tanto, previamente, el Ejército israelí manifestó en un comunicado que antes del ataque, “se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados”, incluyendo “vigilancia aérea, el despliegue de municiones precisas e información de inteligencia adicional. Sobre la base de estas medidas se evaluó que no se esperaba ningún daño a los civiles”.