El hecho se registró en la tarde del domingo en el municipio de Catatumbo, en el estado Zulia, cuando la camioneta en la que se transportaban los uniformados activó accidentalmente el artefacto.
Realizaban un “patrullaje de reconocimiento y escudriñamiento en busca de elementos pertenecientes a los grupos generadores de violencia”, señala el documento de la Región Estratégica de Defensa Integral Occidental, sin detallar cuáles son esas organizaciones.
Un sargento identificado como Bryan Acosta sufrió la amputación de ambas piernas y “falleció en el Hospital Militar de San Cristóbal”, en el estado Táchira, adonde había sido trasladado en helicóptero, añadió el informe.
Otros dos militares que también fueron evacuados hacia San Cristóbal sufrieron traumas múltiples y se encuentran “estables”.
La AFP observó una fotografía donde se ve un vehículo volcado en una zona boscosa y un militar en el suelo.
El gobierno venezolano no se ha referido al hecho, que ocurre en momentos de tensión tras la denuncia del presidente Nicolás Maduro de que su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, está detrás de un supuesto atentado del que salió ileso el pasado sábado.
Según el gobierno, dos drones cargados con explosivo C4 estallaron durante una parada militar en Caracas, uno de ellos frente a la tribuna donde Maduro pronunciaba un discurso.
En el lado colombiano de la región del Catatumbo actúan bandas de origen paramilitar y narcotraficantes, además del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida por el gobierno de Bogotá y que está en diálogos de paz en Cuba.
Esa zona pertenece a Norte de Santander, departamento limítrofe con Zulia y Táchira que concentra la segunda mayor cantidad de narcocultivos del mundo después de la localidad de Tumaco, en la frontera sur con Ecuador.
A finales de julio pasado, nueve personas fueron asesinadas en un poblado del lado colombiano del Catatumbo por un grupo armado que irrumpió a sangre y fuego en un billar.
Colombia es el principal productor de cocaína y cultivador de hoja de coca del mundo, según la ONU.