El Movilh confirmó que la víctima del homicidio de calle Tucapel Jiménez, cometido el lunes en pleno centro de Santiago, es una joven trans colombiana de 16 años, identificada como Keny. También protestó porque no se respetó su identidad de género.
La joven fue asesinada al interior de un departamento, tras lo cual los involucrados en el crimen abandonaron su cuerpo en el frontis del mismo edificio, hecho que fue catalogado por el Movilh “como deleznable y de una crueldad sin precedentes en delitos contra la población LGBTIQ+”.
El ataque ocurrió en el departamento 502 de edificio de la calle Tucapel Jiménez 136, donde la madrugada del lunes hubo una fiesta en la que participó la víctima, quien junto con recibir una golpiza y heridas cortopunzante, terminó por fallecer debido a un “impacto de proyectil balístico” de una arma de fuego de 9 milímetros, según señaló el fiscal Fernando García.
Alrededor de las 6:42 horas del lunes pasado, y según se aprecia en las cámaras de seguridad del edificio, cinco mujeres y un hombre arrastraron el cuerpo de Keny, tras lo cual la dejaron en la puerta del mismo edificio, en plena vía pública. Tras ello, cuatro de las personas involucradas se fueron en un vehículo blanco y dos se dieron a la fuga.
La policía identificó públicamente a la víctima como un hombre, “versión que repitieron los medios de comunicación y algunas autoridades, aún cuando la madre de la adolescente al llegar al lugar de los hechos se refería a su hija como mujer”, señaló la vocera del Movilh, Javiera Zúñiga.
Añadió que “exigimos una vez más a carabineros que se reserve de dar a conocer el género de las víctimas fatales cuando no tienen claridad sobre un hecho o cuando hubo fundadas sospechas, como ocurrió en este caso, de que se trataba de una persona trans o de género fluido. Tratar a las personas fallecidas por un género distinto al cual se identifican es un ofensa a su memoria y dignidad, lo cual es intolerable”.
“Dado que Carabineros suele ser la primera fuente informativa de los delitos, su preocupación y precaución debe ser especialmente responsable y respetuosa de las víctimas”, dijo Zúñiga
Añadió que “siendo Keny una persona trans, estamos sin duda en presencia de una persona altamente vulnerable, pues junto con ser menor de 18 años y extranjera, en más país cada más vez xenofóbico, es claro que ella fue objeto de abusos cobardes y de odio que actúan sobre seguro, lo cual merece la máxima sanción y pena, así como evaluar sí corresponde a no tipificar al crimen como femicidio o como uno de odio donde podría aplicarse la Ley Zamudio. Ninguna hipótesis puede ser descartada a priori, menos cuando según sea el caso aplican agravantes”.
Finalmente, el Movilh apuntó que “Keny había llegado a Chile recién en mayo pasado, buscando, entre otros aspectos, un país que respetara su identidad de género. Pues bien, Chile quedó en deuda con ella y una forma de paliar en algo el cruel desenlace es investigando a fondo lo ocurrido, sancionando con la máximas penas a los responsables y respetando su identidad de género”.