Según datos preliminares, entre las 22:39 y las 23:52 el estreno de Mega promedió 25,3 puntos con un peak de 28, llegando en ocasiones a doblar a su competencia más cercana. En contraposición, en ese mismo horario los demás canales promediaron lo siguiente: Canal 13: 14,5, TVN: 7,2 y CHV: 3,9.
Además el programa fue primera tendencia nacional en Twitter con el hashtag #MisionEncubiertaDrogas, siendo muy celebrado en redes sociales por su alta factura y lo impactante de su caso.
En este primer capítulo se presentó a “El infiltrado”, un misterioso periodista que se introduce incógnitamente con cámaras ocultas en situaciones abusivas, irregularidades o delitos. Siguiendo un instinto, decide infiltrarse disfrazado de hippie vendedor de cervezas en el barrio Bellavista, en plena noche de carrete capitalino. Recorriendo la noche descubre casos de varias personas que denuncian haber despertado tras salir de copas para descubrir que fueron asaltados, sin ningún recuerdo de lo ocurrido.
Luego se hace pasar por un transeúnte ebrio sentado en una banca, y en sólo un rato es abordado por un amistoso hombre que se hace llamar “Miguel” y le ofrece una cerveza a la que, como revelan las cámaras escondidas, le echa una misteriosa sustancia.
Tras un análisis toxicológico de la lata en el Laboratorio de Criminalística de la PDI, se descubre que contiene clonazepam y zopiclona, benzodiazepinas que combinadas con alcohol pueden provocar inconsciencia y hasta la muerte, como algunos casos de víctimas de este delito lo atestiguan.
Luego descubre a dos mujeres, Paola González y Carolina Cáceres, que lideran una banda especializada en asaltar gente poniéndoles esta “droga de sumisión química” en el trago, y ayuda a Rodrigo y Alan, un par de hombres que fueron víctimas de ellas ante las cámaras del programa, y que quedaron en un deplorable estado. Gracias a la investigación del programa se dio inicio a la Operación Medusa de la PDI, en la cual se detuvieron a estas dos mujeres.
“Este programa es una forma de renovar el formato del periodismo de investigación, pues junto con la investigación pura y dura lo viste de una narrativa cinematográfica“, explica Carola Fuentes, productora ejecutiva del espacio, agregando que lo más importante de este primer capítulo es que “nos muestra que tenemos un problema con la legislación en Chile, porque no se pena este delito y tampoco hay protocolos para que las víctimas de estas drogas pueda hacer la denuncia correspondiente”.