“Lo que no puede pasar es que la misma clase política caiga en la ansiedad de la calle. El peligro acá es que la ansiedad de la calle termine fijando agendas imposibles”, sentenció este miércoles el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, en relación a las movilizaciones que se mantienen en las calles en todo el país desde el estallido social.
A juicio del secretario de Estado, un escenario como que ha estado viviendo el país desde el 18 de octubre pasado donde “la violencia que ejerce una presión o una oposición social y que pone ansioso a los políticos, termina trastocando la agenda de un país”.
En entrevista con radio Cooperativa, la autoridad argumentó que eso de da “porque los que más gritan, se ponen delante de los que más necesitan y eso hace, finalmente, que no tengamos capacidad de resolver bien los problemas del país”.
“No quiero que la violencia defina dónde está la agenda”, afirmó, al tiempo que sostuvo que existe “harto silencio cómplice como de miedo a la calle, de decir ‘no me gusta vivir en una sociedad en que gratuitamente se ofende a los presidentes, se toma la calle quien quiere, el que más grita cree que hay que ponerle prioridad en la agenda social primero’”.
El titular de Desarrollo Social insistió en que fijar un sueldo mínimo de $700 mil, que es una necesidad, “porque creo que ahí está lo mínimo de dignidad (…), no es financiable con un país en la condición en que está”.
Sichel fustigó también aquellos dirigentes políticos “digan al fraseo, que se puede hacer todo y que generan revoluciones de las expectativas de los ciudadanos, que al final generan más crisis con la clase política. Yo, por lo menos, no voy a caer en ese baile. La responsabilidad debería ser la máxima”, enfatizó.
Por último, recalcó que “los países que creen que tienen soluciones simples a problemas complejos se llaman países populistas y creo que lo que habíamos hecho bien estos últimos 30 años, es que vamos avanzando paso a paso mejorando las condiciones de vida, esa es la gran gracia que ha tenido Chile estos 30 años”, agregó.
A juicio del secretario de Estado, un escenario como que ha estado viviendo el país desde el 18 de octubre pasado donde “la violencia que ejerce una presión o una oposición social y que pone ansioso a los políticos, termina trastocando la agenda de un país”.
En entrevista con radio Cooperativa, la autoridad argumentó que eso de da “porque los que más gritan, se ponen delante de los que más necesitan y eso hace, finalmente, que no tengamos capacidad de resolver bien los problemas del país”.
“No quiero que la violencia defina dónde está la agenda”, afirmó, al tiempo que sostuvo que existe “harto silencio cómplice como de miedo a la calle, de decir ‘no me gusta vivir en una sociedad en que gratuitamente se ofende a los presidentes, se toma la calle quien quiere, el que más grita cree que hay que ponerle prioridad en la agenda social primero’”.
El titular de Desarrollo Social insistió en que fijar un sueldo mínimo de $700 mil, que es una necesidad, “porque creo que ahí está lo mínimo de dignidad (…), no es financiable con un país en la condición en que está”.
Sichel fustigó también aquellos dirigentes políticos “digan al fraseo, que se puede hacer todo y que generan revoluciones de las expectativas de los ciudadanos, que al final generan más crisis con la clase política. Yo, por lo menos, no voy a caer en ese baile. La responsabilidad debería ser la máxima”, enfatizó.
Por último, recalcó que “los países que creen que tienen soluciones simples a problemas complejos se llaman países populistas y creo que lo que habíamos hecho bien estos últimos 30 años, es que vamos avanzando paso a paso mejorando las condiciones de vida, esa es la gran gracia que ha tenido Chile estos 30 años”, agregó.
