Miles de personas salieron a la calle este miércoles en Corea del Sur para exigir la dimisión del presidente del país, Yoon Suk Yeol, un día después de que declarara la ley marcial para hacer frente a una oposición a la que ha achacado una postura “afín a Corea del Norte”, una medida que fue revertida horas después por el Parlamento pero que levantó la polémica y generó confusión entre la población.

En la capital del país, Seúl, los manifestantes realizaron una vigilia pasadas las 18:00 horas (hora local) e iniciaron posteriormente una marcha desde la plaza de Gwanghwamun, donde pidieron la salida de Yoon y los altos cargos de su administración.

Los principales sindicatos del país, que anunciaron previamente una huelga general indefinida, participaron también en las protestas y se reunieron en Jongno Gu, una concurrida zona en la que se encuentran los principales monumentos de la capital. Según los convocantes, unas 10.000 personas han participado, una cifra que la Policía sitúa en torno a los 2.000.

Los manifestantes lanzaron proclamas a favor de la dimisión de Yoon y señalaron que es el pueblo el que “ha ganado”. “Cumple con la soberanía del pueblo”, indicaron, según informaciones recogidas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Han Sang Hee, de la organización Solidaridad Popular por la Democracia Participativa, acusó al presidente de actuar con malicia y sealó que “la imposición de la ley marcial ya arruinó la historia del país en el pasado”.

Yoon anunció la ley marcial en un inesperado discurso a la nación en el que acusó a la oposición de simpatizar con Corea del Norte después de que los opositores -que cuentan con la mayoría en el Parlamento- sacasen adelante una medida presupuestaria y presentaran mociones de destitución contra varios altos cargos.