Consuelo Contreras, Fundadora de Corporación Opción.
El año 2021 fue declarado el Año Internacional Contra el Trabajo Infantil, con el fin de desarrollar una acción mundial para poner fin a una situación que, en pleno siglo 21, afecta a uno de cada 12 niños y niñas en el mundo. Chile suscribió la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y su meta 8.7 señala que al 2025 se pondrá fin al trabajo infantil en todas sus formas.
¿Es posible para nuestro país cumplir con este desafío? Casi 220.000 niños y niñas trabajan en nuestro territorio y el 90% realiza trabajos peligrosos, esto significa que realizan trabajos pesados, nocturnos, que generan daños irreparables en su salud, que les impide asistir a la escuela, o que son víctimas de redes de trata, tráfico o explotación sexual.
Terminar con el trabajo infantil en Chile no es solo posible, sino que es moralmente urgente y políticamente imprescindible. La vida de cientos de miles de niños y niñas está en riesgo y sus condiciones de vidas son ineludibles para el Estado. Fortalecer la educación pública y generar un sistema de protección social robusto y pertinente es la respuesta.
Durante los últimos años de pandemia a nivel mundial, 16 millones de niños han engrosado las filas del trabajo infantil; durante el mismo periodo, se han generado 10 trillones de dólares más de riquezas. Esta situación es inaceptable y esas prioridades comienzan a destruir a la humanidad.
Es por eso que este 12 de junio, Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, debemos hacer un llamado para reflexionar y actuar con urgencia. Esos 220 mil niños y niñas que trabajan en nuestro país tienen derecho, sin discriminación alguna, a la protección y seguridad que Chile, sin lugar a dudas, está en condiciones de darles.
Consuelo Contreras, Fundadora de Corporación Opción.