La policía española detuvo a más de 50 personas el miércoles, en la segunda noche de altercados a raíz del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél por unos tuits insultantes hacia la monarquía y las fuerzas de seguridad.
Las primeras manifestaciones se habían producido la noche del martes en Cataluña, horas después de que la policía se llevara detenido al rapero, de 32 años, para que empezara a cumplir una pena de nueve meses de prisión.
Éste se había negado a ingresar voluntariamente, y se había atrincherado en la universidad de su ciudad, Lérida (Cataluña).
Las protestas se extendieron el miércoles a Madrid, donde cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía en la céntrica Puerta del Sol, a gritos de “¡Pablo Hasél, libertad!”.
Los agentes cargaron varias veces contra los manifestantes, que replicaron con lanzamientos de botellas y destrozaron luego los escaparates de algunas tiendas cercanas.
En Madrid hubo 19 detenidos, indicó este jueves la delegación del gobierno en Madrid. Los servicios de emergencias informaron de 55 heridos, entre ellos 35 policías.
También hubo incidentes violentos en la ciudad andaluza de Granada, donde los manifestantes quemaron contenedores de basura. Las autoridades reportaron a AFP cuatro detenidos.
En Barcelona, los manifestantes lanzaron objetos a la policía y levantaron barricadas que luego incendiaron.
En toda Cataluña, la policía regional, Mossos d’Esquadra, dijo haber detenido el miércoles a 33 personas. Fuentes médicas hablaron de ocho heridos leves.
El martes por la noche, 15 personas habían sido ya detenidas en Cataluña, por unas protestas en las que resultaron heridas 30 personas, incluidos 19 policías.
Hasél, que tenía antecedentes penales, ingresó en prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo en unos tuits publicados entre 2014 y 2016, y que le valieron una condena en 2018.
En ellos calificaba al rey Juan Carlos I de “mafioso” y “ladrón”, acusaba a la policía de matar y torturar a migrantes y manifestantes y mencionaba como referentes a personas implicadas en delitos de terrorismo.
Su caso generó un nuevo debate sobre la libertad de expresión en España. Amnistía Internacional tachó la pena recibida de “desproporcionada”, y antes de su ingreso en prisión, unas 200 personalidades, entre ellas el director de cine Pedro Almodóvar y el actor Javier Bardem firmaron un manifiesto de apoyo al rapero.