Uno de cada 2 estudiantes chilenos presentó ausentismo crónico en 2023, misma situación que sucedió en 2022. Son 1.560.000 niñas, niños y jóvenes de Arica a Punta Arenas que no cumplieron con el mínimo de asistencia requerida para tener un buen desempeño académico y un adecuado desarrollo socioemocional.
Se consideran ausentes crónicos aquellos estudiantes que faltan más del 10% de los días de clases del año, ya sea 2 días cada mes o 20 días en total.
Investigaciones nacionales e internacionales muestran que existe un patrón claro que se presenta todos los años: marzo es el mes en que los ausentes crónicos tienen un mayor porcentaje de asistencia, el cual va disminuyendo a lo largo del año.
“Marzo es clave, ya que la asistencia en el primer mes de clases permite predecir la del resto del año. Ya en marzo podemos detectar quiénes serán los y las estudiantes que necesitarán apoyo para que se mantengan vinculados al colegio, lo que nos permite ser más oportunos”, señala Rebeca Molina, directora ejecutiva de Fundación Educacional Presente, organización que trabaja desde hace 10 años fomentando la asistencia a clases y combatiendo el ausentismo escolar.
Alertan alto ausentismo crónico en marzo de 2023
Si bien en marzo de 2023 se superó en 4,6 puntos porcentuales la asistencia de marzo de 2022, alcanzando un 89,4%, no deja de ser preocupante que dicho mes un 30,8% de las y los estudiantes tuvo ausentismo crónico.
“No hay tiempo que perder. Si no queremos repetir el alto nivel de ausentismo escolar alcanzado los últimos años, tenemos que lograr al menos un 91% de asistencia en marzo”, enfatiza la especialista en asistencia escolar.
La evidencia muestra que los estudiantes con ausentismo crónico tienden a tener en el futuro peores sueldos, mayores periodos de cesantía, más inestabilidad laboral e incluso más probabilidades de caer en la delincuencia que aquellos estudiantes que tienen asistencia regular.
Asimismo, los estudiantes con ausentismo crónico también pueden duplicar e incluso triplicar las probabilidades de desertar, es decir, de abandonar el colegio y salir del sistema.
“Estas cifras reflejan cómo el ausentismo se ha vuelto uno de los principales desafíos del sistema educativo a nivel nacional”, explica Rebeca Molina, haciendo un llamado: “los niños y niñas tienen que ir a clases ya”.
“Es crucial comenzar a trabajar con los estudiantes que faltan desde el inicio, porque después va a ser más difícil sensibilizarlos y retenerlos. Si tomamos acciones en mayo, junio, o diciembre, que es el mes donde se alcanza la cifra de ausentismo más alta en todo Chile, hay muchos jóvenes que ya van a haber dejado el colegio”, recalca Molina.
Poner énfasis en la asistencia en los centros educativos
Es fundamental generar conciencia de la importancia de la asistencia escolar en todos los integrantes de la comunidad escolar: equipos educativos y directivos, estudiantes y apoderados.
“Todos queremos el bien de los y las estudiantes, pero no siempre sabemos lo relevante que es la asistencia para su bienestar o el daño que puede generar su ausentismo. No podemos limitarnos a resolver las dificultades a la asistencia; debemos prevenir, eso significa comenzar por informar y sensibilizar”, sostiene Molina.
Fundación Educacional Presente recomienda a los establecimientos educacionales identificar las causas que hay detrás del ausentismo individual, para poder abordarlas según su origen.
