El gobierno japonés decretó una alarma sin precedentes luego del reciente sismo 7,1 registrado el 8 de agosto en el sur de la isla de Kyushu. En concreto, la alerta se basa en la posibilidad de un “megaterrermoto” en la fosa de Nankai, reconocida por su alto nivel sísmico.

Bajo este contexto, el geógrafo Marcelo Lagos, quien fue invitado al matinal de “Contigo en la mañana”, entregó las posibles consecuencias que podrían afectar a Chile en caso de que el evento sísmico se produjera. “No se sabe si va a ocurrir con certeza, porque es sólo una probabilidad”, comenzó diciendo.

“En la costa al sur de Tokio, en la zona de Nankai, están esperando un gran terremoto hace mucho tiempo. Por lo tanto, (con estas medidas) invitan a las personas a que miren con más atención este escenario”, detalló.

Para ejemplificar sobre los efectos del megaterremoto, Lagos recordó el terremoto de Valdivia. “En 1960, en el centro sur de Chile, tuvimos un gran terremoto de unos mil kilómetros de largo por casi 200 kilómetros de ancho. Esto dio origen a un tsunami que inundó la costa cercana y a su vez se propagó en todas sus direcciones”, señaló.

Según afirmó, el tsunami “llegó a las costas de Hawaii y mató a 61 hawaianos, y siguió propagándose, llegando a Japón cerca de 23 horas después y mató a cerca de 144 japoneses”.

Sin embargo, sostuvo que “en esa época no existía el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico que se creó en 1965 producto de grandes terremotos y tsunamis en la cuenca del Pacífico”.

A modo de conclusión, Lagos subrayó que “tal como nosotros enviamos tsunamis a Japón en el ‘60, Japón también nos puede enviar. Tenemos una relación recíproca”. De acuerdo con el geógrafo, el tsunami demoraría 20 horas en llegar a las costas chilenas.