Un lamentable hecho fue el que se registró en horas de la mañana de ayer en la Región de O’Higgins, luego de que una joven trabajadora perdiera la vida tras caer a la jaula de un tigre en el Parque Safari de Rancagua.
La muerte de Catalina Torres de 22 años se produjo mientras limpiaba la jaula de los felinos, no percatándose que el tigre se encontraba suelto.
Tras el deceso, comenzaron a surgir versiones que discordaban de lo dicho por la administración del recinto y los propios compañeros de labores de la joven, quienes acusaron derechamente una negligencia de parte del Safari, ya que no le advirtieron a Catalina que el felino no estaba encerrado.
Desde el recinto aseguraron que se cumplieron con “todos los protocolos” de seguridad. Sin embargo, más tarde reconocieron que el animal que hirió de muerte a la joven efectivamente estaba circulando libremente desde la tarde anterior.
La madre de la trabajadora, Sara Ibarra, conversó con Las Últimas Noticias mientras esperaba el cuerpo de su hija en el Servicio Médico Legal (SML). “Ella estaba feliz por trabajar allí. Amaba a los animales, especialmente a los felinos”, expresó.
Catalina había ingresado a estudiar Ingeniería en Ecoturismo, pero congeló la carrera. “Su primer año coincidió con el inicio de la pandemia y no le gustaban las clases online”, dijo su mamá.
“Mi hija era un ser de luz, alegre, simpática y amaba a los animales. Tenía muchos amigos y era muy querida. Hacía un montón de cosas: arte circense, patinaba, hacía tela, piruetas y era monitora de esas disciplinas. Su sueño era viajar por muchos países”.
Respecto de la muerte de su hija, Sara Ibarra señaló que “ella trabajaba como guía del parque, esa era su labor. Pero esta mañana a ella y a otros tres chicos los mandaron a limpiar esa jaula, sin advertirles que el tigre estaba suelto. Cuando sus compañeros ingresaron no pudieron hacer nada. Entre ellos estaba su pololo”.
El caso del ataque del tigre del Parque Safari de Rancagua está en manos del Ministerio Público y la Brigada de Homicidios de la PDI.
