Meghan Markle habló sobre sus pensamientos suicidas, el príncipe Enrique reveló una dolorosa ruptura con su padre, y ambos saldaron algunas cuentas con la familia real británica durante una entrevista con Oprah Winfrey.
La pareja relató su dramática salida de Inglaterra, alegando racismo en la familia real y una campaña de mentiras contra Meghan.
Pero también hubo ternura cuando hablaron de la felicidad de su vida actual y revelaron que esperan una niña.
Siguen los puntos más salientes de la entrevista:
“YA NO QUERÍA VIVIR”
Meghan reveló que la cobertura negativa en la prensa británica la había llevado a un punto en el que “ya no quería vivir”.
“Sabía que si no lo decía, lo haría. Y yo … simplemente ya no quería vivir más. Y ese era un pensamiento constante muy claro, real y aterrador”, señaló.
Meghan, que se casó con el príncipe Enrique en 2018, dijo haber informado a la familia real que estaba luchando y que necesitaba ayuda profesional, pero le dijeron que “no podía, que no sería bueno para la institución”.
Finalmente, se acercó a una de las mejores amigas de la difunta princesa Diana en busca de apoyo.
“¿Quién más podría entender cómo es… cómo es realmente por dentro?”
“CUÁN OSCURA” SERÁ SU PIEL
Meghan, hija de padre blanco y madre negra, reveló las preocupaciones de su familia sobre el tono de piel que tendría su hijo Archie, así como la seguridad a la que tendría derecho, antes de su nacimiento el 6 de mayo de 2019.
“En esos meses en que estaba embarazada (…) tuvimos una serie de conversaciones sobre que ‘no se le daría seguridad, no se le daría un título’ y también preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel cuando naciera”, dijo.
Meghan precisó que esos presuntos comentarios racistas se pronunciaron en “conversaciones que la familia tuvo” con Harry, pero se negó a decir quienes los articularon, al afirmar que “eso sería muy dañino para ellos”.
“PUNTO DE INFLEXIÓN”
Meghan negó de plano haber hecho llorar a Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo, antes de su matrimonio con Enrique, afirmando que todo fue una fabricación.
“Todos en la institución sabían que no era cierto”, dijo Meghan sobre el incidente, que ha sido estudiado detenidamente por la prensa.
“Ocurrió lo contrario”, agregó, y dijo que Kate “estaba molesta por algo, pero lo guardó para sí y se disculpó”.
“Unos días antes de la boda, estaba molesta por algo (…), sobre los vestidos de flores de niña, y eso me hizo llorar y realmente hirió mis sentimientos”.
Para Meghan, el incidente fue “un punto de inflexión” en sus relaciones con la familia real.
“Sabían que no era cierto. Y pensé, bien, si van a matar así las cosas, entonces ¿qué podemos hacer?”
“Comprendí no solo no estaba siendo protegida sino que estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia”.
“REALMENTE DECEPCIONADO”
El príncipe Enrique hablo de la relación con su padre. Dijo que se sintió “realmente decepcionado” por la actitud del príncipe Carlos durante toda la situación, pero que ahora se hablaban.
“Tenemos mucho trabajo por hacer, ¿sabes? Me siento realmente decepcionado, porque él pasó por algo similar. Él sabe cómo se siente el dolor”, dijo Enrique, recordando la crisis que derivó en el divorcio de sus padres.
“Siempre amaré” al príncipe Carlos -heredero del trono- y al príncipe Guillermo, su hermano, quienes están “atrapados” por las convenciones de la monarquía.
“Mi padre y mi hermano están atrapados. No pueden irse. Y les tengo una gran compasión por eso”, afirmó.
Asimismo, dijo que él y Meghan hicieron “todo lo posible” por permanecer en la familia real.
“Me entristece que haya pasado lo que pasó, pero me siento cómodo sabiendo que hicimos todo lo que pudimos para que funcionara”, señaló.
“FINAL FELIZ”
Pero no todo fueron reproches.
Hablaron de su felicidad actual y revelaron que su segundo hijo será una niña.
“¡Es una niña!”, dijeron al unísono, agregando que esperan que nazca en el verano.
“Tener un niño y luego una niña, ¿qué más podemos pedir?”, se regocijó el príncipe Enrique, tras afirmar que no esperaban tener más hijos.
“Con dos basta”, agregó Meghan.
La pareja ofreció a los espectadores un vistazo de su presente vida de “cuento de hadas” en Montecito, California, un enclave de celebridades junto a la playa.
Meghan cerró la entrevista con una esperanzada mirada al futuro, diciendo que Enrique había tomado una decisión que “me salvó la vida”.
“Y ahora, como estamos del otro lado, no solo hemos sobrevivido, sino que estamos prosperando”, agregó.
Consultada si su historia “tiene un final feliz”, Meghan respondió: “Lo tiene. Mejor que el de cualquier cuento de hadas que hayan leído”.