Los inmigrantes y la salud en Chile
*Por Dra. Nelly Alvarado
Los fenómenos migratorios son muy importantes al hacer el diagnóstico y planificar los programas de salud que involucran a todos los habitantes de un territorio. Entre las disciplinas sociales, la demografía se distingue por su capacidad para anticipar escenarios de población, incluidos los que conllevan riesgos sociodemográficos. El aumento de las migraciones es un fenómeno ligado a los avances y características del actual siglo, nuestra sociedad está cada vez más globalizada, las personas viajeras son más numerosas y las condiciones que determinan la salud y la enfermedad han dejado de ser un patrimonio nacional. El análisis de estos sucesos -valorando su repercusión en la salud pública- permite establecer pautas de adaptación a nuevas formas de vida y trabajo para las instituciones y toda la sociedad.
El marco normativo chileno, a través del Decreto Nº67 de 2016, incorpora a los inmigrantes en situación irregular como beneficiarios de FONASA, garantizándoles acceso a la atención de salud en iguales condiciones que los nacionales. Asimismo, en el contexto de otras normativas ministeriales y convenio con el Ministerio del Interior se asegura la atención de salud a niños, adolescentes y mujeres embarazadas, no importando su situación migratoria y la entrega de bienes públicos de acceso universal que van en protección de toda la población.
La autoridad también ha impulsado planes de salud de inmigrantes en varias comunas para reducir barreras de acceso, promoviendo la capacitación y sensibilización de los funcionarios de salud y se avanza en el monitoreo de esta población, con el objetivo de conocer su estado de salud.
Aunque se ha progresado, persisten barreras y situaciones de discriminación, para lo cual se pretende desarrollar estrategias dentro del modelo de atención que permitan superarlas, incluyendo difusión de derechos y deberes de los inmigrantes, mediadores interculturales, facilitadores lingüísticos, instancias de participación y desarrollo de protocolos de atención.
La asistencia a los inmigrantes se ha convertido en un importante desafío para los médicos de Atención Primaria a la hora de comunicarse con los pacientes y manejar enfermedades antes desconocidas. La relación que han tenido con el sistema de salud en sus países de origen es distinta, observándose por ejemplo que las inmigrantes embarazadas acuden mucho más tarde al médico y sus hijos tienen baja adherencia a los programas de vacunación. Los inmigrantes, sobre todo los irregulares, confían más en un personal sanitario que comprenda su cultura.
Por otro lado, hay variados condicionantes que empobrecen la atención sanitaria a este colectivo: marginalidad social, malas condiciones y lejanía de las viviendas, movilidad geográfica, riesgos laborales, gastos derivados, dificultad de comunicación, falta de documentos, por lo que se dificulta su identificación y el establecimiento de contactos por cambios de domicilio, lo que origina vaivenes en la sectorización.
Se observan diferencias culturales en la noción de la enfermedad por incomprensión o desconfianza y algunas dificultades en el diagnóstico, por ciertos patrones de normalidad de un valor que varía respecto a los nacionales y por desconocimiento de la patología que impide hacer diagnóstico diferencial. Dadas sus condiciones sociales es difícil el estudio de contactos, la administración de vacunas y profilaxis.
En Chile estamos aprendiendo, lo esperable es perseverar en estrategias favorables para el acceso al sistema sanitario público en condiciones de igualdad, contribuyendo a la integración de los inmigrantes y a su plena participación en la sociedad que los acoge… “y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero”.
*Dra. Nelly Alvarado es actualmente la Coordinadora de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales.