Las Fiestas Patrias ya están aquí y siempre es una fecha propensa a un mayor consumo de alcohol, que tiene muchos efectos relajantes en nuestro cuerpo pero también otros trastornos.
¿QUÉ PASA CON NUESTRA VISIÓN?
Es importante saber de que el consumo de alcohol, entre otras consecuencias, daña directamente la vista, provocando visión doble, dificultad para distinguir ciertos colores y también problemas de coordinación.
Deberemos tener en cuenta que el alcohol no es compatible con la visión y totalmente incompatible con el volante, aseguran médicos de la Clínica Oftalmológica Providencia.
El consumo de alcohol afecta significativamente el sistema nervioso central produciendo así: impulsividad, falta de valoración de riesgos,una relajación muscular que afecta el control de los movimientos oculares.
Debido a todo esto se produce visión borrosa que, sumada a la falta de cálculo (dismetría) y a la pérdida de equilibrio, nos impide realizar tareas o actividades donde necesitamos una mayor precisión, como puede ser conducir.
PELIGROS DE CONDUCIR BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL:
Es muy importante saber que un vaso de vino o cerveza lleva una concentración de entre 0.2 a 0.4 gramos de alcohol por litro de sangre y la persona que ya se encuentra bajo los efectos del alcohol comienza a tener dificultad para percibir los colores (a destacar el color rojo) en situaciones tan corrientes como en las que miramos las luces de los frenos, semáforos y señalizaciones.
Además hay más dificultad a la hora de adaptarse a los cambios de iluminación (en autopistas, salidas de túneles, cruces…) debido al efecto de las pupilas, que es más lento. Y por último, aumenta el tiempo de reacción, acrecentando considerablemente los riesgos de accidentes.
SON DOS LOS EFECTOS NEGATIVOS DEL ALCOHOL EN LA VISIÓN:
Su consumo aumenta la percepción de halos (círculos luminosos) así como otras alteraciones visuales, en especial por la noche; Se deteriora la película lagrimal si se consume en exceso.
En casos más serios y preocupantes de situaciones de alcohol crónico, se provoca una carencia de vitaminas vitales para la visión como la B1, B2, B3, B6 y B12. Estas vitaminas son las que ayudan al proceso que hace el cuerpo para obtener energía de la comida que se consume así como a la formación de glóbulos rojos. Su carencia puede originar la pérdida de visión central de forma progresiva.
Tabaco y alcohol: mezcla peligrosa
Cuando se mezcla tabaco y alcohol existe una interacción muy peligrosa para la vista pues se provoca una inflamación del nervio óptico que lleva a la pérdida progresiva de la visión en ambos ojos. Se cree que este trastorno del nervio óptico ocurre por carencia de las vitaminas ya citadas.
Así pues la precaución es clave y por tanto, los incitamos a no correr riesgos, evitando conducir si se ha bebido alcohol, aunque parezca poco.