Muchos se creen campeones en la cama, pero muchas veces es porque no están realmente prestando atención a su pareja a la hora del sexo. Es por eso que la comunicación es fundamental para que el acto sea realmente placentero para ambos.

Y aunque cada vez hablar de sexo sea más común y cotidiano, decirle a la pareja qué está haciendo mal puede herir sentimientos, nosotros hacemos ese trabajo por ti.

Estos son los 8 errores más comunes que los hombres cometen a la hora del sexo, según las mujeres que publican en MejorConSalud.com.

Acariciar bien o mejor no hacerlo

– Tocar el clítoris es más difícil que el pene. Así lo dicen las mujeres que sienten que el hombre es muy brusco en una de las zonas más erógenas para ellas, por lo que recomiendan bajar un cambio en la rudeza y subir la delicadeza para que realmente entregue el placer que supone. Ya saben.

Jugar mejor con los pechos

– En la misma línea de la anterior, los pechos son una de las zonas favoritas de ellos, pero la brusquedad puede enfriar el ambiente para ellas, y aunque se sabe que la pasión puede descontrolar, solicitan más delicadeza.

Calidad mejor que cantidad

– Este es un clásico. En vez de intentar competir contra las cifras (infladas) de cuántos orgasmos se puede producir en un acto amatorio, es mucho mejor vivir uno perfecto que obstinarse en entregar más pero mediocres.

Más juego previo

– La penetración no lo es todo. Si muchos hombres buscan imitar lo que ven en una porno, con sus posiciones y duraciones irreales, ellas recomiendan que imiten el juego previo para calentar el ambiente y explorar las diferentes zonas erógenas del cuerpo.

No se pasen con los azotes

– Otro fetiche inventado por la industria pornográfica es el de que a las mujeres y hombre disfrutan de los “nalgazos” o “azotes”. Cuando se pasan de la raya, como si se desquitaran con el trasero, ya no es gracioso ni erótico.

Me gusta cuando callas

– A la hora del romance nunca sobre un te quiero o palabras más subidas de tono, pero cuando la “sex talk” se convierte en algo violento se apagan todas las emociones y el deseo.

La oreja no se come

– Una caricia con la lengua o u mordico en el lóbulo de la oreja puede funcionar, pero quedar llena de baba no es muy sexy que digamos.

Con el dedo gordo no

– Fetiches hay para muchos gustos, pero no a todos les gusta lo mismo. Y uno que se ha extendido es el de chupar los dedos del pie, especialmente el gordo. Más que prender los motores de la calentura, a muchas puede apagar completamente las ganas de seguir en la cama.