Las delegaciones “decidieron durante la reunión organizar en septiembre en Pyongyang, como estaba previsto”, una cumbre entre el Norte y el Sur, indicó la agencia, que no dio ninguna fecha precisa.
De concretarse la cumbre, el viaje del presidente Moon Jae-in a Pyongyang sería el primero de un jefe de estado surcoreano en más de diez años. En su primer encuentro histórico, en abril pasado, el dirigente norcoreano Kim Jong-un y Moon Jae-in habían decidido que el presidente surcoreano efectuara una visita a Pyongyang en otoño.
Las conversaciones de lunes, que tenían lugar en la parte norte del pueblo fronterizo de Panmunjom, en la Zona Desmilitarizada (DMZ), fueron propuestos la semana pasada por Pyongyang, que recientemente denunció los esfuerzos de Washington para que se mantengan las sanciones sobre su país. Tras dos años de escalada de tensiones a causa de los programas balístico y nuclear de Corea del Norte, Pyongyang y Seúl protagonizaron un acercamiento desde principios de año, que se concretizó en abril con la cumbre de sus dirigentes que allanó el camino a la reunión, en junio, de Kim con el Presidente estadounidense, Donald Trump, en Singapur.
En la cumbre, Kim se comprometió a trabajar en aras de la desnuclearización de la península, una promesa vaga sujeta a varias interpretaciones.