La Mostra de Venecia, el festival de cine más antiguo del mundo, se prepara a inaugurar el 2 de septiembre una de las ediciones más anómalas de su larga historia con un protocolo que incluye mascarillas, pruebas y distanciamiento ante el preocupante resurgir del brote de coronavirus.
Durante diez días, hasta el 12 de septiembre, el mítico Lido de Venecia, se convertirá en un punto de referencia para el mundo de la cultura y el cine al aceptar el reto de celebrar el primer gran certamen internacional en medio de la pandemia.
Para ello, los organizadores y el director, Alberto Barbera, han definido un protocolo para recibir tanto a las estrellas como a los realizadores, entre ellos personalidades como la actriz australiana Cate Blanchet, presidente del jurado.
Evitar contagios
Las medidas deberán evitar los contagios en un contexto preocupante debido a que la región de Venecia está registrando un fuerte aumento de nuevos casos.
El certamen, que mantendrá casi el mismo número de filmes de las pasadas ediciones, proyectará un total de 60 largometrajes en cinco categorías distintas, de los cuales 18 en competición, indicaron los organizadores.
Para acceder al Lido de Venecia, a orillas del mar Adriático, donde se desarrolla todo el festival, se han dispuesto “nueve entradas dotadas de escáneres térmicos”, precisa el protocolo.
“Se prohibirá el acceso a cualquier persona con una temperatura de 37,5 grados o más”, advierte la organización.
Todos los huéspedes provenientes de países que no son de la Unión Europea deberán someterse a una prueba tres días antes de viajar y durante los sucesivos días de su permanencia en Venecia deberán someterse a otras pruebas, por cuenta del festival. En caso de resultar positivos serán aislados.
Los invitados, entre ellos las delegaciones de los filmes, las estrellas y directores que los acompañan que no pertenecen a los países de la zona Schengen, deberán someterse a la segunda y tercera prueba, usar mascarilla y mantener la distancia social además de evitar actividades relacionadas con el turismo.
Entre los invitados figuran dos directores de fuera de esa zona, como los mexicanos Michel Franco, en competición con “Nuevo Orden” y Yulene Olaizola, quien competirá en la sección Horizontes con “Selva trágica”.
Todas las salas de cine y los medios de transporte local serán desinfectados regularmente.
El número de puestos en las salas de proyección será reducido, así como en la sala de prensa y en las conferencias de prensa.
“Se alternarán las plazas ocupadas con las vacías”, precisa la organización.
Tapete rojo sin público
El mítico desfile de estrellas por el tapete rojo hacia el Palacio del Cine, que atrae aficionados, será eliminado para el público y asistirán sólo los fotógrafos, los cuales deberán guardar la debida distancia entre ellos.
“El público no podrá asistir a la entrada de delegaciones para evitar aglomeraciones”, explicaron los organizadores.
Las mascarillas serán obligatorias en todas las zonas externas, durante las filas para entrar, en las salas de cine y durante las conferencias de prensa. Todas las personas que circulen dentro de los espacios de la Mostra serán identificables.
Se pondrá a disposición del público “gel desinfectante, en las salas de proyección, en los accesos y pasillos, en todos los puntos de reunión”, precisa el protocolo.
Tanto el público como los periodistas acreditados deberán reservar su plaza con antelación online, en la página www.labiennale.org.
“Las entradas se venderán exclusivamente por internet para evitar colas”, precisa la nota.
La envergadura de esas medidas muestra que la dirección del festival está dispuesta a evitar un escenario catastrófico que convertiría al legendario Lido en un semillero de contagios.
Tras la primera oleada de coronavirus, el festival de cine de Cannes tuvo que cancelar en mayo su edición de 2020, por lo que Venecia quiere enviar ahora una señal “positiva” tras un año negro marcado por las salas cerradas, los rodajes parados y los festivales cancelados.