Una deuda de 500 millones de dólares es la que habría dejado el cantante Michael Jackson, quien falleció en 2009, las cuales guardarían relación con su última gira de conciertos, según revelaron documentos del artista.

De acuerdo con E!News, los abogados del intérprete, quien falleció hace 15 años, indicaron que mantenía sus cuentas “en desorden”. Un documento presentado en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles indicó que “Jackson había incurrido en gastos considerables en relación con los preparativos de su gira de conciertos, ‘This Is It’”.

Según consigna el escrito, la muerte prematura de Jackson (50 años) debido a un paro respiratorio, mantuvo su patrimonio en una gran responsabilidad con AEG, la promotora de la gira, con quien poseía una deuda de 40 millones de dólares.

Los documentos judiciales, a los que obtuvo acceso la revista People, revelaron que “Jackson tenía más de media docena de demandas pendientes en todo el mundo y más de 65 reclamaciones de acreedores fueron presentadas en el Patrimonio, generando demandas adicionales de las cuales varias resultaron en litigios”.

Además, según consignó Los Angeles Time, el día antes de su fallecimiento el “Rey del Pop” realizó un ensayo general en el Staples Center de Los Ángeles. Según trascendió, “This is It” era el plan que el artista tenía para salir de su complicada situación financiera.

“Quería que la gente viera su trabajo y no solo hablara de su estilo de vida”, explicó Randy Phillips, el exdirector ejecutivo de AEG Live a la revista Rolling Stone, en 2009.

De acuerdo con el citado medio, el intérprete de “Thriller” poseía una deuda acumulada de 30 millones de dólares al año.

No obstante, tras su fallecimiento, sus abogados lograron eliminar las deudas y resolver “prácticamente todas las reclamaciones de acreedores y litigios”, además de mejorar “con éxito su imagen y su legado”.

“Los Ejecutores pudieron renegociar y reestructurar los acuerdos financieros que existían en el momento de la muerte de Michael, a tasas de interés sustancialmente reducidas”. No obstante, aún seguirían lidiando con “cuestiones comerciales, fiscales y legales desafiantes”.