La corrupción omnipresente en América Latina
*Por Tomás Echeverría
Los países latinoamericanos funcionan en sincronía. Los temas que preocupan a la región suelen ser los mismos: sistemas educativos deficientes, falta de inversión en los servicios públicos, entre otros. Pero hay uno en especial que no distingue fronteras. Si existe una problemática que salpica a todos los países de América Latina es la corrupción.
Un estudio reciente pone en cifras la realidad de una región que necesita cambiar. Uno de cada tres latinoamericanos pagó sobornos en los últimos doce meses para acceder a los servicios públicos básicos. El dato se desprende de un sondeo llevado a cabo por la ONG alemana Transparencia Internacional (TI), expuesto en el informe “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe”. Para concluir el estudio, se encuestaron a más de 22.000 personas en 20 países.
Los resultados presentados en el informe no son ninguna sorpresa para los latinoamericanos, cuya percepción es que la corrupción es generalizada, como así también que estas prácticas están en aumento. Dos tercios de los encuestados consideran que la corrupción aumentó en los últimos doce meses. Aunque este punto generó discrepancias entre las nacionalidades de los entrevistados. Mientras un 87% de los venezolanos cree que ha crecido, en Argentina sólo un 41% de los encuestados lo percibe de esa forma.
Las cifras demuestran que los gobiernos todavía no desarrollaron planes eficientes para revertir esta tendencia. Un 53% de los encuestados afirmó que su gobierno no es efectivo de la hora de luchar contra la corrupción, mientras que un porcentaje menor sostuvo que sus representantes si avanzan en la dirección correcta. Esto pone en evidencia una cierta complicidad de los gobiernos con esta práctica.
México es el país de América Latina donde se pagan más sobornos y así lo confirman los datos presentados por TI. El 51% de los mexicanos interrogados aseguró haber pagado sobornos. Lo siguen en el ranking, República Dominicana, Perú, Venezuela y Panamá. Mientras que los países donde menos se han pagado sobornos son: Trinidad y Tobago, Brasil, Argentina, Jamaica, Chile, Uruguay, Paraguay y Costa Rica.
Lo cierto es que desde hace tiempo, organizaciones internacionales vienen advirtiendo sobre el impacto de esta práctica en la región y sobre sus consecuencias negativas. Una de las advertencias más recientes, vino por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), que urgió a los países latinoamericanos a adoptar medidas contundentes contra la corrupción. El organismo expresó que el esfuerzo debe ser colectivo, decisivo y en varios frentes para así poder terminar con el sistema que disminuye los recursos públicos y pone en riesgo el crecimiento de la región. Según estimaciones del FMI, la disminución de la corrupción en América Latina podría traer beneficios por 3.000 millones de dólares.
Los sobornos tienen dos caras: para algunos, representan un gran beneficio y la posibilidad de crecer económicamente, mientras que para los sectores más vulnerables son el mayor obstáculo a la hora de acceder a servicios públicos. La corrupción encuentra su lugar en la necesidad de los otros. Es por eso que los más perjudicados son los ciudadanos con menores recursos. No es casualidad que donde más ocasiones se han pagado sobornos, haya sido en hospitales públicos. La urgencia y la necesidad bloquean a las personas, que se ven obligadas a recurrir a cualquier vía para poder resolver su situación.
Gran parte de los latinoamericanos no confía en sus autoridades policiales, ni en su propio gobierno. El porcentaje más alto de la región lo marca Venezuela, donde el 73% de los habitantes considera que la policía es sumamente corrupta. Esto demuestra que en América Latina, las personas no encuentran el amparo que deberían brindarle sus gobiernos, sus autoridades y los miembros de sus sistemas judiciales.
La corrupción se volvió omnipresente y está extendida en toda la región. Es por eso que esta práctica debe ser condenada. Sin sanciones, el esquema seguirá fluyendo.
*Tomás Echeverría es Periodista freelance argentino, residente en España, con estudios de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica Argentina.