A pesar de que este lunes el magistrado australiano, Anthony Kelly, falló a favor del tenista Novak Djokovic para que no fuera deportado del país luego de la cancelación de su visa, el ministro de Inmigración de Australia estaría evaluando revertir la decisión usando sus poderes especiales, deportando al serbio.
El número 1 del mundo se encontraba aislado en el Park Hotel de Melbourne desde el 6 de enero pasado, cuando al llegar al aeropuerto de la ciudad, las autoridades encontraron un problema con su visa y su permiso de exención médica para poder disputar el Abierto de Australia, donde un requisito para poder participar es contar con el esquema de vacunación completo.
Luego de analizar los argumentos de ambas partes, el juez Anthony Kelly decidió liberar a Nole de su aislamiento y revocar la cancelación de su visa que había impuesto el gobierno australiano.
Sin embargo, un portavoz del ministerio de inmigración de Australia, aseguró que “después de la decisión del Tribunal de Familia y Circuito Federal de hoy sobre una base procesal, queda dentro de la discreción del ministro de Inmigración (Alex) Hawke evaluar cancelar la visa del señor Djokovic de acuerdo a la sección 133C (3) de la Ley de Migración”.
El presidente del Parlamento serbio, Ivica Dacic, considera a futuro en el caso Djokovic que “evidentemente, las autoridades australianas optarán por deportar”. Asimismo, el diario serbio Telegraf, consignó que, Srdjan Djokovic, padre del deportista, señaló que el Gobierno australiano ha decidido deportar a Djokovic.
Dicha decisión impediría a Djokovic defender su título del Abierto de Australia conseguido el año pasado. Pero más drástico aun, si el ministro de Inmigración, Alex Hawke, hace uso de sus facultades especiales, el serbio podría tener su entrada prohibida al país por los próximos 3 años, en un caso que aparentemente, está lejos de acabar.