La historia de la alpaca “Gerónimo” sigue acumulando capítulos en el Reino Unido. Este miércoles se sumó uno que terminó siendo demoledor para su propietaria, Helen Macdonald: la justicia británica rechazó el recurso interpuesto por la granjera para evitar el sacrificio del animal.
El camélido, importado desde Nueva Zelanda, había dado positivo para tuberculosis bovina hace algunos meses, por lo que las autoridades determinaron su sacrificio. El caso causó conmoción en Reino Unido, al punto de movilizar a cientos de personas en el centro de Londres con pancartas que llamaban a impedir la fatal condena.
Macdonald ha negado el resultado de los chequeos, acusando falsos positivos y solicitó una nueva prueba, algo que fue denegado por el Tribunal Superior londinense. Ante las desesperadas solicitudes para anular la orden de sacrificio, la jueza Mary Stacey estimó este miércoles que no “había ninguna oportunidad” de que se pudiera reabrir el caso, sentenciabdo así el destino de la alpaca.
De todas formas, las autoridades presentes en el tribunal precisaron que la ejecución de “Gerónimo” no será inmediata, dejando algo de tiempo para la granjera.
Cabe destacar que la situación de la alpaca no solo ha agitado las calles: En internet más de 130.000 personas han firmado una petición para salvar al camélido e incluso ha contado con el apoyo público del padre del Primer Ministro, Boris Johnson.