A sólo semanas de que el Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ratificara el asilo para Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres, el australiano cumple cinco años de refugio en el consulado sudamericano desde que solicitara asilo político el 19 de junio de 2012.
En estos cinco años, la situación del creador de WikiLeaks ha suscitado capítulos suficientes como para escribir un libreto cinematográfico de la vida de Assange.
A regañadientes, Lenín Moreno ratificó un asilo con “condiciones” para el informático, afirmando que “su condición no le permite hablar acerca de la política de los países, menos del nuestro”, señaló el mandatario ecuatoriano. No es un secreto que Rafael Correa era el gran aliado de Assange en su condición de refugiado político, el mismo Assange ha ratificado en Twitter sus deseos de reunirse con el exmandatario ecuatoriano, a lo que aun no ha obtenido una respuesta oficial por parte de Correa.
Todo indica que a pesar de la ratificación del asilo por parte de Moreno, los futuros días de Assange no son del todo claros.
El seguimiento de las noticias también fue recibido, y publicado, por los medios: The Guardian, Der Spiegel, New York Times, Le Monde, El País y Al Jazeera. Dos años después de estas explosivas filtraciones, el 19 de junio de 2012 Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Reino Unido solicitando asilo político, el cual fue aprobado oficialmente casi dos meses después, el 16 de agosto por el presidente ecuatoriano de la época, Rafael Correa.
Assange se encontraba con arresto domiciliario en Londres esperando ser extraditado a Suecia, país donde se le investigaba por cargos asociados a cuatro delitos de agresión sexual. La confirmación del asilo para Assange generó una crisis diplomática entre Reino Unido y Ecuador, ya que desde el país europeo argumentaban su deber de llevar a la justicia a personas requeridas por otro país.
Por su parte, Ecuador entregó sus razones para brindar el asilo al australiano, en comunicado que señaló once puntos clave, en los que destaca:
“Que la evidencia jurídica muestra claramente que, de darse una extradición a los Estados Unidos de América, el señor Assange no tendría un juicio justo, podría ser juzgado por tribunales especiales o militares, y no es inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante, y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus derechos humanos”. Esta inferencia ecuatoriana respecto a una extradición al país norteamericano, debido al escándalo de las filtraciones del 2010, fue replicada por el Gobierno de Estados Unidos, el que respondió que “no tenía requerimiento alguno para Assange”.
Afortunadamente para el fundador de WikiLeaks, la fiscalía sueca informó la decisión de cerrar los cargos por violación por parte de Julian Assange, al no hallar evidencias que lo incriminaran por violación, por lo cual han cerrado el caso.
Sin embargo, eso no significó el inicio de días tranquilos para Assange, ya que el mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno, ratificó el asilo político para Assange con la petición algunas “condiciones”. Moreno no sólo solicitó a Assange mantenerse alejado de la opinión ecuatoriana, también tuvo palabras para su condición de “hacker”, declaraciones que gatillaron la respuesta del periodista a través de su cuenta de Twitter:
En estos cinco años, la situación del creador de WikiLeaks ha suscitado capítulos suficientes como para escribir un libreto cinematográfico de la vida de Assange.
A regañadientes, Lenín Moreno ratificó un asilo con “condiciones” para el informático, afirmando que “su condición no le permite hablar acerca de la política de los países, menos del nuestro”, señaló el mandatario ecuatoriano. No es un secreto que Rafael Correa era el gran aliado de Assange en su condición de refugiado político, el mismo Assange ha ratificado en Twitter sus deseos de reunirse con el exmandatario ecuatoriano, a lo que aun no ha obtenido una respuesta oficial por parte de Correa.
Todo indica que a pesar de la ratificación del asilo por parte de Moreno, los futuros días de Assange no son del todo claros.
Assange desde el frontis de lo que ha sido su “casa” en estos cinco años. /AFP FOTO / Daniel LEAL-OLIVAS
SUECIA Y EL REINO UNIDO CONTRA ASSANGE, EL INICIO DE TODO
El 2010 el sitio web WikiLeaks, fundado por Assange el 2006, filtró a través de su sitio: Irak War Logs (Documentos de la Guerra de Irak), compilado de más de 391.000 documentos que revelan el uso sistemático de torturas, cifra de civiles muertos en Irak, información secreta sobre civiles desaparecidos y más sobre la ocupación norteamericana en ese país.El seguimiento de las noticias también fue recibido, y publicado, por los medios: The Guardian, Der Spiegel, New York Times, Le Monde, El País y Al Jazeera. Dos años después de estas explosivas filtraciones, el 19 de junio de 2012 Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Reino Unido solicitando asilo político, el cual fue aprobado oficialmente casi dos meses después, el 16 de agosto por el presidente ecuatoriano de la época, Rafael Correa.
Assange se encontraba con arresto domiciliario en Londres esperando ser extraditado a Suecia, país donde se le investigaba por cargos asociados a cuatro delitos de agresión sexual. La confirmación del asilo para Assange generó una crisis diplomática entre Reino Unido y Ecuador, ya que desde el país europeo argumentaban su deber de llevar a la justicia a personas requeridas por otro país.
Partidarios de Assange en el frontis de la embajada ecuatoriana en apoyo al australiano / AFP FOTO / WILL OLIVER (2012)
“Que la evidencia jurídica muestra claramente que, de darse una extradición a los Estados Unidos de América, el señor Assange no tendría un juicio justo, podría ser juzgado por tribunales especiales o militares, y no es inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante, y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus derechos humanos”. Esta inferencia ecuatoriana respecto a una extradición al país norteamericano, debido al escándalo de las filtraciones del 2010, fue replicada por el Gobierno de Estados Unidos, el que respondió que “no tenía requerimiento alguno para Assange”.
SUECIA DICE: “CASO CERRADO” y ECUADOR RATIFICA ASILO
Este 2017 tampoco empezó de forma “tranquila” para el editor de WikiLeaks. Sumado a que este era un año de elecciones presidenciales en Ecuador, el futuro del australiano estaba en una nebulosa y además la fiscalía de Suecia declaró que informaría en mayo los resultados de su investigación.Afortunadamente para el fundador de WikiLeaks, la fiscalía sueca informó la decisión de cerrar los cargos por violación por parte de Julian Assange, al no hallar evidencias que lo incriminaran por violación, por lo cual han cerrado el caso.
Sin embargo, eso no significó el inicio de días tranquilos para Assange, ya que el mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno, ratificó el asilo político para Assange con la petición algunas “condiciones”. Moreno no sólo solicitó a Assange mantenerse alejado de la opinión ecuatoriana, también tuvo palabras para su condición de “hacker”, declaraciones que gatillaron la respuesta del periodista a través de su cuenta de Twitter:
Por ahora, el futuro más cercano para Assange es la “tranquilidad” de la ratificación de su asilo político, pero tendrá que lidiar con las nuevas acusaciones y cargos que el gobierno de Estados Unidos está preparando en su contra, además de las advertencias de la policía británica, que apuntó que detendrá a Assange si abandona la embajada ecuatoriana por violar en 2012 su libertad condicional al refugiarse en la legación, delito castigado con un año de cárcel.Publicar pruebas de corrupción no es hackear. Soy periodista y editor. Ni siquiera EEUU me tilda de hacker. @Lenin https://t.co/EuSGNBg02G
— Julian Assange (@JulianAssange) 29 de mayo de 2017
