El juez federal argentino Gustavo Villanueva concedió el lunes la extradición a Chile del lonko Facundo Jones Huala, en una audiencia realizada en Bariloche a puertas cerradas, sin la presencia del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) buscado por la justicia chilena ni de la prensa.
Conocida la sentencia, manifestantes que se habían congregado frente al Juzgado Federal iniciaron protestas y fueron reprimidos con gases y balines de goma por agentes de la policía provincial y de la seguridad aeroportuaria, a cinco cuadras del centro cívico de Bariloche.
Según informó el diario La Prensa, el fallo del juez Villanueva declaró “procedente la extradición a la República de Chile de Francisco Facundo Jones Huala” para ser juzgado en ese país por los delitos de incendio en lugar habitado y tenencia ilegal de arma de fabricación casera. En cambio, consideró improcedente extraditarlo por los delitos de tenencia ilegal de munición e ingreso clandestino a Chile, por los que también era requerido en Chile, pero que ya había descartado el fiscal Jorge Alberto Bagur Creta.
En la sentencia, Villanueva negó además la posibilidad de que Jones Huala sea juzgado por tribunales argentinos, tal como lo había solicitado la defensa durante la instancia de alegatos.
“Sabíamos que esto podía pasar porque la sentencia no es de ahora, sino que ya estaba escrita” desde antes del juicio, declaró Sania Ivanoff, abogada de Jones Huala, quien anticipó que apelará ante la Corte Suprema.
Por el pedido de extradición, Jones Huala ya había sido sometido en la Argentina a otro juicio, anulado en 2016 por el juez federal Guido Otranto. Tras la divulgación del fallo de Villanueva, se conoció un mensaje atribuido a Jones Huala en el que se calificó como “político” al juicio de extradición en su contra y se exhortó a los mapuche a defenderse “con lo que tengan en la mano”. Durante el juicio, Jones Huala había sostenido que “aquí no hay terroristas, hay un pueblo harto que se defiende con lo que tiene a mano, como ese supuesto arsenal de serruchos, martillos y palas que encontraron en los allanamientos” en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen en 2017, cuando se investigaba la desaparición de Santiago Maldonado, antes del hallazgo de su cuerpo sin vida en aguas del río Chubut.
Jones Huala tenía prisión domiciliaria en Chile a la espera del juicio oral realizado en 2014, pero se fugó y volvió a la Argentina, donde fue detenido por primera vez en 2016. En octubre de ese año, el juez federal de Esquel, Guido Otranto, encabezó el primer juicio de extradición en su contra, pero lo anuló por torturas a un testigo en la detención del lonko, y lo liberó.
Sin embargo, el pedido de captura siguió vigente para Interpol, por lo que Villanueva ordenó detenerlo nuevamente. La defensa de Jones Huala apeló ese nuevo encarcelamiento y en agosto del año pasado la Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso y ordenó un nuevo juicio de extradición.
Conocida la sentencia, manifestantes que se habían congregado frente al Juzgado Federal iniciaron protestas y fueron reprimidos con gases y balines de goma por agentes de la policía provincial y de la seguridad aeroportuaria, a cinco cuadras del centro cívico de Bariloche.
Según informó el diario La Prensa, el fallo del juez Villanueva declaró “procedente la extradición a la República de Chile de Francisco Facundo Jones Huala” para ser juzgado en ese país por los delitos de incendio en lugar habitado y tenencia ilegal de arma de fabricación casera. En cambio, consideró improcedente extraditarlo por los delitos de tenencia ilegal de munición e ingreso clandestino a Chile, por los que también era requerido en Chile, pero que ya había descartado el fiscal Jorge Alberto Bagur Creta.
En la sentencia, Villanueva negó además la posibilidad de que Jones Huala sea juzgado por tribunales argentinos, tal como lo había solicitado la defensa durante la instancia de alegatos.
“Sabíamos que esto podía pasar porque la sentencia no es de ahora, sino que ya estaba escrita” desde antes del juicio, declaró Sania Ivanoff, abogada de Jones Huala, quien anticipó que apelará ante la Corte Suprema.
INCENDIO EN FUNDO DE RÍO BUENO
La extradición del dirigente mapuche -lonko de la Pu Lof en Resistencia Cushamen, en el noroeste de Chubut- fue requerida por la justicia de Chile en una causa por un supuesto ataque incendiario al fundo Pisu Pisué en Río Bueno, región de Los Ríos, cometido en 2013. En este caso fueron absueltos los otros imputados, excepto la machi Millaray Huichalaf, condenada como encubridora a 61 días de prisión.Por el pedido de extradición, Jones Huala ya había sido sometido en la Argentina a otro juicio, anulado en 2016 por el juez federal Guido Otranto. Tras la divulgación del fallo de Villanueva, se conoció un mensaje atribuido a Jones Huala en el que se calificó como “político” al juicio de extradición en su contra y se exhortó a los mapuche a defenderse “con lo que tengan en la mano”. Durante el juicio, Jones Huala había sostenido que “aquí no hay terroristas, hay un pueblo harto que se defiende con lo que tiene a mano, como ese supuesto arsenal de serruchos, martillos y palas que encontraron en los allanamientos” en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen en 2017, cuando se investigaba la desaparición de Santiago Maldonado, antes del hallazgo de su cuerpo sin vida en aguas del río Chubut.
Jones Huala tenía prisión domiciliaria en Chile a la espera del juicio oral realizado en 2014, pero se fugó y volvió a la Argentina, donde fue detenido por primera vez en 2016. En octubre de ese año, el juez federal de Esquel, Guido Otranto, encabezó el primer juicio de extradición en su contra, pero lo anuló por torturas a un testigo en la detención del lonko, y lo liberó.
Sin embargo, el pedido de captura siguió vigente para Interpol, por lo que Villanueva ordenó detenerlo nuevamente. La defensa de Jones Huala apeló ese nuevo encarcelamiento y en agosto del año pasado la Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso y ordenó un nuevo juicio de extradición.