El joven, quien realizó al menos una docena de disparos con una pistola que luego se supo que era de fogueo, quedó en libertad, pero con firma mensual y prohibición de portar armas, municiones y cartuchos. Tras la audiencia de formalización, Larraín señaló que “no le hice daño a nadie y fueron ruidos no más”.
Asimismo explicó que “yo disparé porque puedo, me compré con mi dinero el arma y porque es legal. Yo no le disparé a los vecinos, yo disparé en mi propiedad privada. El miedo de los vecinos no me importa, la verdad es que me da lo mismo”.
Por otro lado, el fiscal del caso, Sergio Ortiz señaló que “Carabineros le habría indicado que podría hacer uso, pero en su domicilio. Sin embargo, esta persona se puso a disparar hacia la calle creando conmoción”.