“Busqué en Google los diez países más peligrosos del mundo y los utilicé como lista de la compra. A la cabeza estaba Afganistán… Envié mensajes a algunas personas, vi algunos vídeos de YouTube y pensé que no había ningún problema en hacerlo”, contó el desafortunado estudiante.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para embeberlo
Copia y pega este código en tu sitio para embeberlo