Werner Luchsinger (74) y Vivianne Mackay (69) murieron quemados el 4 de enero de 2013, luego de que su casa patronal, en el fundo Granja Lamahue ubicada en Vilcún, La Araucanía, resultara completamente destruida tras un ataque incendiario.
Tras esta tragedia, once comuneros mapuche fueron procesados como supuestos autores del atentado y que ahora están viviendo un nuevo proceso judicial, luego de que el primero fuera anulado el 29 de diciembre en el marco del caso Luchsinger-Mackay.
Jorge Andrés Luchsinger, uno de los cuatro hijos del matrimonio, contó en entrevista con La Segunda que junto a sus hermanos están reconstruyendo la casa de sus padres luego de cinco años del ataque.
“Decidimos pararla de nuevo, sabiendo que eventualmente la podrían volver a quemar. Pero luego el proyecto se convirtió en una especia de hito y, a la vez, en una terapia para nosotros, un consuelo. Nos sirve como un lugar de encuentro con los hermanos, los sobrinos, porque acá siempre nos reuníamos”, sostuvo Jorge Luchsinger.
Jorge, explicó que gracias a fotos familiares y un video de la última navidad en 2012, días antes de la muerte de sus padres, pudieron reconstruir la casa lo más parecida a la anterior.
El hijo mayor del matrimonio señaló que llegar a la nueva casa “al principio era complicado para todos, para nosotros los hijos, para las nueras y yerno, hermanos de mi madre y amigos. Pero la verdad ya no (…) No hay que quedarse en el pasado pensando en lo que pasó, para eso tenemos suficiente con lo del juicio. Tengo que seguir viviendo”
Respecto al caso donde se investiga la muerte de sus padres, Jorge Luchsinger dijo que sólo espera que “se haga justicia” y contó que luego de haber sido absueltos los imputados, se encontró con uno de ellos. “Él se para frente a mí y me pregunta: ¿Por qué usted nos culpó?”, relató.
“Tuvimos una conversación larga (…) él siguió con su idea de que yo lo culpaba. Yo no ando persiguiendo a nadie en particular, pero remitiéndome a la investigación de la Fiscalía, tengo el criterio suficiente para determinar si me parece razonable o no. Pero serán los jueces quienes van a determinar si son culpables o no”, finalizó el mayor de los Luchsinger.
“Decidimos pararla de nuevo, sabiendo que eventualmente la podrían volver a quemar. Pero luego el proyecto se convirtió en una especia de hito y, a la vez, en una terapia para nosotros, un consuelo. Nos sirve como un lugar de encuentro con los hermanos, los sobrinos, porque acá siempre nos reuníamos”, sostuvo Jorge Luchsinger.
Jorge, explicó que gracias a fotos familiares y un video de la última navidad en 2012, días antes de la muerte de sus padres, pudieron reconstruir la casa lo más parecida a la anterior.
El hijo mayor del matrimonio señaló que llegar a la nueva casa “al principio era complicado para todos, para nosotros los hijos, para las nueras y yerno, hermanos de mi madre y amigos. Pero la verdad ya no (…) No hay que quedarse en el pasado pensando en lo que pasó, para eso tenemos suficiente con lo del juicio. Tengo que seguir viviendo”
Respecto al caso donde se investiga la muerte de sus padres, Jorge Luchsinger dijo que sólo espera que “se haga justicia” y contó que luego de haber sido absueltos los imputados, se encontró con uno de ellos. “Él se para frente a mí y me pregunta: ¿Por qué usted nos culpó?”, relató.
“Tuvimos una conversación larga (…) él siguió con su idea de que yo lo culpaba. Yo no ando persiguiendo a nadie en particular, pero remitiéndome a la investigación de la Fiscalía, tengo el criterio suficiente para determinar si me parece razonable o no. Pero serán los jueces quienes van a determinar si son culpables o no”, finalizó el mayor de los Luchsinger.
