Durante dos años, Jorge Las Heras trabajó en su primera novela “La muerte de los inocentes”, publicada recientemente por Ediciones de la Lumbre y que ya se encuentra en librerías. Se retiró, después de 50 años, de sus actividades académicas y se dedicó solo a escribir. Lo hizo diariamente, durante varias horas, hasta completar su obra de 314 páginas.

“No fué fácil, y depurar el texto me significó tirar muchas páginas a la basura y volver a reescribir muchos temas de cero”, cuenta el exdecano de Medicina de la Universidad de Chile y exprorrector de la misma casa de estudios en entrevista con el diario La Nación.

Las Heras, nacido en Buenos Aires en 1945, es médico, pintor y escritor. Actualmente es miembro de número de la Academia de Medicina del Instituto de Chile. Es autor de los libros “Mayo del 68 francés. La imaginación sin poder” (2008); “El Grito de Córdoba: la Reforma Universitaria de 1918 y su vigencia en la universidad del siglo XXI” (2009) y “El Cordobazo” (2017).

En la reseña de “La muerte de los inocentes” ya se atisba esta historia apasionante: Qué pasaría si el día menos pensado vuelves a encontrarte con ese amor de juventud con el que hiciste planes para vivir juntos el resto de tu vida. Qué pasaría si en esos días de pasión desatada y amor incondicional fuiste parte de un movimiento que buscaba derrocar una dictadura feroz como la que hubo en Argentina en los años 70. Cómo reaccionarías si siempre creíste que ese amor había engrosado las listas de las personas desaparecidas en los años más oscuros del régimen de Videla y compañía.

Es un texto que atrapa, donde el romance, la traición y la culpa se mezclan.

¿Durante cuánto tiempo la historia le dio vueltas en la cabeza?

-Yo había escrito varios libros y ensayos, pero esta es mi primera novela de ficción. Esto me significó hacer un trabajo de aprendiz que duró dos años, con la fortuna de contar con el apoyo y crítica de un gran escritor como es Marcelo Simonetti.

¿Mariana y Martín son personajes de ficción?

– Mariana y Martín son personajes de ficción, pero la experiencia vivida por ellos descrita en la novela está basada en hechos reales, de alguna manera vividos por mí directa o indirectamente o sobre hechos muy cercanos a mí. En otras palabras, este libro negocia la engañosa frontera entre la autobiografía y la invención.

Los personajes están muy bien elaborados, ¿cuánto tiempo demoró el proceso de escribir, de depurar el texto?

– Escribir este libro representó una nueva etapa de mi vida. Me retiré de la gestión académica, después de cincuenta años, y me senté a escribir todos los días, a veces por varias horas, lo que además incluía la lectura de muchos libros que me sirvieron para narrar la historia. No fué fácil, y depurar el texto me significó tirar muchas páginas a la basura y volver a reescribir muchos temas de cero.

 “EL AMOR” ES EL HILO CONDUCTOR

Usted cuenta que el escritor Marcelo Simonetti fue su “personal trainer”. ¿Cómo fue este proceso?

-Este libro se lo debo a Marcelo, quien efectivamente fué mi “personal trainer” literario. Con el compartí mis alegrías y frustraciones literarias y se transformó en un amigo irremplazable, enormemente generoso. En más de una oportunidad estuve a punto de “colgar los guantes”, pero él siempre tuvo una palabra de estímulo para que siguiera. Llegó a tener más confianza en la novela que yo mismo.

En la novela el personaje de Martín Martos no cree en las casualidades. ¿Y usted?

-Creo que vivir la vida es ser, desde el nacimiento, actor de una película donde se repiten en forma azarosa cuadros y escenas y a veces hay coincidencias, incluso desafiando la ley de probabilidades. Pero cualquier hecho fortuito, para que dé frutos positivos o negativos requiere de la disposición y acción de los protagonistas. Eso es válido para cualquier esfera de la vida,

El libro comienza con una pérdida y el duelo atraviesa la historia, ¿fue difícil lograr que estas emociones cruzaran las páginas?

– El duelo de la pérdida se hace presente precozmente en la novela, pero luego, a un primer hecho, se le suman los recuerdos de una vida que en ambos protagonistas dejó buenos momentos y heridas que nunca cicatrizaron por completo y que luego reaparecen con cada paso que dan luego del reencuentro.

¿Qué rol juegan el amor y la política en “La muerte de los inocentes”?

-El amor y por ende el desamor, es el hilo conductor de toda esta novela. No solo el amor de pareja sino el amor por los hijos, la familia, los amigos,y el país en que están inmersos los protagonistas. La política, en su periodo más trágico,sobre todo para Argentina, se transforma en el factor que dirige la vida de los protagonistas y los lleva al desencuentro y luego al reencuentro. Mariana sufrió el secuestro, la tortura, el chantaje y la amenaza de muerte permanente por parte de una dictadura militar. Martín escapó ileso y en forma fortuita al mismo destino.

¿Qué huella le gustaría que dejara este libro en los lectores?

-A pesar de la opinión de los críticos, las novelas no dejan la misma huella en todos los lectores. Con mucha humildad aspiro a que los que enfrenten mi novela no se aburran al leerla y puedan terminarla.

¿Ya está preparando su segunda novela? 

-Ya estoy escribiendo mi segunda novela sobre la biografía de un personaje histórico que representa para mí una “calentura anárquica” y un desafío contra la vejez y la muerte. No sé  hasta donde llegaré con esta, pero confío en que el tiempo no haga presa de mi mente antes de que la termine.