Vicepresidente sostuvo que un crimen como el que afectó a 6 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial “nos mostró lo que puede ocurrir cuando los principios democráticos sucumben y se pierde el respeto por la vida humana”.
“Para el Gobierno de Chile, el Holocausto no es sólo una tragedia en la historia del pueblo judío, sino para toda la humanidad”, expresó este miércoles el vicepresidente Jorge Burgos, al participar en el homenaje en recuerdo de las víctimas que estuvieron en el Campo Nazi Alemán de Concentración y Exterminio Auschwitz-Birkenau, ubicado en Polonia.
El secretario de Estado reemplaza en funciones a la Presidenta Michelle Bachelet por encontrarse en la Cumbre de la Celac en Ecuador, y en su nombre encabezó la ceremonia efectuada en el Salón O’Higgins de la Cancillería.
Allí los miembros de la comunidad judía encendieron las seis velas que son el símbolo de los 6 millones de ciudadanos que padecieron los horrores de la Segunda Guerra Mundial, en uno de los campos de concentración más grandes que ordenó habilitar Adolf Hitler en cada país que invadió.
Frente a los 200 asistentes al acto, Burgos subrayó que la tragedia que marcó este pueblo “nos mostró lo que puede ocurrir cuando los principios democráticos sucumben y se pierde el respeto por la vida humana”.
Deseo agradecer a la comunidad judía de Chile y B’nai B’rith, con quienes el Ministerio de Relaciones Exteriores trabaja codo a codo hace casi una década, para que esta ceremonia se realice y con ella se mantenga viva la memoria acerca de los lamentables crímenes ocurridos durante el Holocausto”, enfatizó el titular de Interior.
AUSCHWITZ
Mientras, en el Campo Nazi Alemán de Concentración y Exterminio Auschwitz-Birkenau tuvo lugar el principal homenaje a los judíos que sucumbieron a la inanición y a las cámaras de gases.
El recuerdo se replicó en otras ciudades del continente europeo donde fueron emplazados otros centros de exterminio para judíos durante el conflicto bélico que se desarrolló entre 1939 y 1945.
SECCIÓN: País
AUTOR: Giselle Sauré Guichou
FUENTE: La Nación