La ciudad de Rafah en Gaza, donde se encuentran la mayoría de los casi dos millones de desplazados por la guerra, fue objetivo este martes de fuego de artillería del Ejército israelí por primera vez desde que se anunció una incursión terrestre en la zona el viernes.
Los disparos se iniciaron desde la mañana y provienen de tanques israelíes apostados en territorio de Israel al ras de la frontera con la Franja, cerca del cruce de Kerem Shalom, según fuentes gazatíes.
Además de esta ofensiva, los bombardeos también han aumentado significativamente en esa área fronteriza con Egipto desde el viernes, cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció una inminente incursión terrestre.
En cuatro meses de guerra, la ofensiva israelí ha dejado 28.473 muertos y 68.146 heridos, la mayoría niños y mujeres.
Cerca de dos millones de desplazados enfrentan el colapso de los hospitales, epidemias y la persistente escasez de agua potable, alimentos, medicinas y electricidad.
Muchos palestinos, incluidos ancianos y niños, viven en carpas a la intemperie y han sido desplazados varias veces desde que estalló la guerra, el 7 de octubre.
Amnistía Internacional denunció el riesgo real e inminente de genocidio, mientras Refugees International alertó sobre los resultados catastróficos de una ofensiva terrestre en Rafah.
El ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina pidió consenso internacional sobre la necesidad de proteger a los desplazados en Rafah.