La senadora Isabel Allende (PS), quien fue cesada de su cargo por el Tribunal Constitucional (TC) dirigió la tarde de este martes un discurso en el Senado.
La parlamentaria fue destituida en el marco de la fallida compra-venta de la casa de su padre, Salvador Allende, en Guardia Vieja, Providencia.
Según consignó Radio Biobío, Allende partió diciendo “permítame agradecer profundamente la oportunidad de dirigirme a ustedes después de décadas compartiendo este espacio democrático (…) No es fácil dirigirme a ustedes, probablemente sea mi última intervención en esta Sala”. En este momento su voz se quebró y sus colegas le dieron fuertes aplausos.
La senadora sostuvo que resulta difícil esta situación, teniendo en cuenta “la manera abrupta en la que termina más de 30 años de servicio”.
“Jamás he tenido contrato alguno con el Estado y no tengo y nunca he tenido empresa y, sobre todo, actué confiando en la institucionalidad”, remarcó.
En el cierre de su discurso, Allende sostuvo que “hoy enfrento una sanción que considero injusta. La vivo con dolor, pero también con la tranquilidad que da la conciencia limpia. Me voy con la frente en alto, reiterando que nunca que he usado mi cargo para beneficio personal. No busqué jamás el lucro ni el privilegio. He cometido errores, sí, como cualquiera que ha entregado su vida a la acción. Pero tengo la convicción de que siempre he luchado por mis ideales, de manera íntegra. Lo seguiré haciendo por Chile y por su gente, por la memoria y el futuro. Y por eso, me voy serena. Porque sé lo que he dado. Porque sé quién soy. Porque sé que, a pesar de esta salida forzada e injusta, mi historia no termina aquí. Me voy con la emoción profunda de haber servido a Chile con convicción, con pasión y con amor”.