La iniciativa busca llevar a la práctica los lineamientos para enfrentar emergencias que las autoridades han desarrollado en conjunto con las empresas de servicios sanitarios y los municipios de la Región Metropolitana, con el fin de minimizar las dificultades para los vecinos durante un eventual corte del suministro de agua potable debido a eventos climáticos extremos u otra contingencia que pueda afectar a nuestra región.
La intendenta Karla Rubilar destacó que “una ciudad preparada es aquella que saca lecciones de momentos complejos para ejecutar acciones. Esto es resiliencia pura, y con este simulacro, que intentaremos sea lo más real posible, nos estamos preparando para saber cómo actuar ante contingencias, como un corte masivo de agua potable, el tiempo de reacción y cómo podemos ir mejorando ante un evento de estas características”.
Según explicó Miguel Muñoz, director regional de Onemi, “este es un ejercicio para medir la efectividad de los planes de contingencia; siempre vamos a tener brechas y la idea es que cuando esto suceda de verdad, tengamos la menor cantidad de problemas posibles. Este simulacro es para medir la calidad de los planes, antes de que ocurra una emergencia real”.
El jefe de la Oficina Regional de la SISS, Rodrigo Peña, manifestó que “el trabajo se enmarca en lo que la SISS ha requerido a todas las concesionarias del país, esto es que cuenten con planes para la gestión de emergencias y catástrofes que estén coordinados con el Sistema de Protección Civil. Por lo anterior, este simulacro considerará también la participación de otras concesionarias que operan en la Región Metropolitana”.
Eugenio Rodríguez, director de Gestión del Servicio de Aguas Andinas, destacó la importancia que este simulacro tiene para la compañía, indicando que “este simulacro integrado, así como los otros que realizamos de manera interna, son muy relevantes para poner en práctica todos los acuerdos y protocolos que hemos desarrollado en conjunto con las autoridades para dar una respuesta rápida y efectiva ante una emergencia climática o de otra índole que pudiera afectar el servicio de agua potable en la Región Metropolitana. Acá es clave ver en acción el comportamiento de todos los involucrados bajo la dirección de la ONEMI simulando una emergencia de gran magnitud”.