Una llamativa oferta es la que anunció la organización benéfica británica “Fondo del Patrimonio Antártico”: contar pingüinos en la Antártica.
La propuesta tiene un alto incentivo económico, ya que la asociación está dispuesta a pagar 2.000 euros al mes a quien se atreva a desafiar las bajísimas temperaturas. Es decir, cerca de 2 millones de pesos chilenos.
La duración del trabajo obliga a vivir cuatro meses en el continente blanco. La idea es tener un catastro real de cuántos ejemplares hay de la especie en la Antártica.
La única exigencia que pide el organismo es que el interesado no sufra con el frío, además de tener la capacidad de enumerar grandes cifras en una oficina de correos en Port Lockroy, base del Reino Unido en la Antártica y que también cuenta con un museo.
Quienes deseen postular a este llamativo puesto, lo pueden hacer hasta el 25 de abril ingresando en este link.