Un informe del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (EMCDDA) reveló cifras decidoras respecto al consumo de drogas y el narcotráfico.
El mercado de cocaína está en alza en Europa, debido en parte al aumento de producción en América Latina, reveló un informe europeo, dando cuenta además de que
Bélgica parece desplazar a España como principal puerto de entrada.
Europa registra también una mayor producción y accesibilidad a las drogas en general, puesto que se trata de un mercado muy dinámico y “adaptable” a las medidas de control, según el informe del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (EMCDDA).
Aunque el cannabis sigue siendo la droga más consumida en Europa, con 17,2 millones de consumidores de entre 15 y 34 años, el mercado de la cocaína gana terreno.
“La cocaína disponible en las calles sigue siendo elevada y su pureza llegó a un nivel récord en la última década [alrededor del 60% de promedio, ndlr]“, dijo el director del EMCDDA, Alexis Goosdeel, en una rueda de prensa en Bruselas para presentar el informe.
En 2016, se confiscaron 98.000 toneladas de cocaína en la Unión Europea (UE), frente a 90.000 en 2015. Su precio se mantuvo estable, entre 60 y 70 euros por gramo.
El informe se hace eco igualmente de un reciente estudio sobre trazas de drogas en aguas residuales municipales que reveló un aumento de estas en 26 de 31 ciudades analizadas entre 2015 y 2017.
Este análisis, en el que colaboró el Observatorio, destacó que Barcelona era en 2017 la urbe europea con una mayor tasa de concentración de cocaína (965,2 miligramos por 1.000 habitantes al día) en aguas residuales, de unas 60 estudiadas, seguida de la suiza Zúrich.
Bolivia, Colombia y Perú
La cocaína, producida principalmente en Bolivia, Colombia y Perú, es consumida por 2,3 millones de europeos, es decir, casi 2% de las personas de entre 15 y 34 años, según el EMCDDA, que trabajó con los últimos datos disponibles, de 2016.
“Europa está sufriendo en la actualidad las consecuencias del incremento de la producción de cocaína en América Latina“, señala Goosdeel en el informe.
Este auge tiene consecuencias sobre la salud, ya que, por ejemplo, se constata “un mayor número de personas que inician tratamiento por primera vez por problemas relacionados con el consumo de cocaína”, – 30.300 en 2016, en alza de casi 20% respecto a 2014 -, según Goosdeel.
Paralelamente, las rutas del narcotráfico parecen haber cambiado. Aunque la Península Ibérica ha sido históricamente el principal puerto de entrada en Europa, en 2016 Bélgica concentró el 43% de la cantidad incautada en el continente, con 30 toneladas, mientras que en España la cifra se colocó en la mitad (15,6 toneladas).
Europa produce más
Respecto a las drogas en general, el EMCDDA alerta sobre el
“aumento de la producción” en Europa, donde más de 90 millones de personas de entre 15 y 64 años ya han consumido alguna sustancia ilegal y donde hace dos años 1,3 millones recibieron tratamiento por consumo.
Este aumento va a la par con la innovación en los métodos de producción, que, según el informe, incluyen una
multiplicación de laboratorios de procesamiento de cocaína, de MDMA (éxtasis), de metanfetamina, así como
“una mayor participación de la delincuencia organizada”.
En cuanto al cannabis, consumido a diario por alrededor del 1% de los adultos europeos, es la droga que más se decomisa, con 763.000 incautaciones en 2016.
La mayor parte (45%) de las personas que iniciaron un nuevo tratamiento por drogas en Europa lo hizo por consumo de cannabis.
Según el director del EMCDDA, unos 88 millones de personas en Europa
han consumido cannabis “al menos una vez en su vida”.
Y, ante el deseo de los consumidores de “productos más intensos”, “hay nuevas variedades, variedades híbridas de cannabis que se cultivan en Marruecos para responder a la demanda”, agregó.
En 2017, se detectaron también 51 nuevas sustancias psicoactivas (drogas o productos de síntesis), a un ritmo de cerca de una por semana, si bien este número está en retroceso desde que se alcanzó el máximo nivel de 101 en 2014.
El informe subraya que estas sustancias son producidas cada vez más en Europa, mientras hasta ahora eran generalmente importadas de China.
Europa “exporta” sus conocimientos sobre las drogas de síntesis hacia “el continente americano, Australia, Oriente Medio, Extremo Oriente y Turquía”, según el Observatorio.