Las redes sociales están conmocionadas por la reciente eutanasia de P’Nut, una ardilla rescatada, y de Fred, un mapache, ambos sacrificados por las autoridades de Nueva York.
La denuncia fue hecha por Mark Longo, un hombre de Connecticut que adoptó a P’Nut después de ver cómo un auto atropellaba a la madre de la ardilla. A través de sus cuentas de Instagram y TikTok, Longo compartía su vida cotidiana con su mascota, bautizada “P’nut” (una variación de la palabra “maní” en inglés), volviéndose viral por la inusual relación entre ambos.
Mark y su esposa se trasladaron a Nueva York con la idea de abrir un refugio para animales salvajes llamado “P’Nuts Freedom Farm”, donde también adoptaron a Fred, el mapache.
Según el New York Post, algunos vecinos se habrían quejado ante el Departamento de Conservación Medioambiental (DEC) de Nueva York por la presencia de animales salvajes en el vecindario, generando una denuncia formal.
El pasado 30 de octubre, funcionarios del departamento acudieron al domicilio de Longo y confiscaron tanto a P’Nut como a Fred. Según el mismo medio, la DEC informó que uno de los animales mordió a un trabajador mientras era retirado, razón por la cual ambos animales fueron sacrificados para descartar un posible caso de rabia.
“Una persona implicada en la investigación fue mordida por la ardilla. Para realizar las pruebas de la rabia, ambos animales fueron eutanasiados. Los animales están siendo sometidos a pruebas de detección de la rabia y se recomienda encarecidamente a cualquier persona que haya estado en contacto con estos animales que consulte a su médico”, indicaba el comunicado oficial del DEC.
El 1 de noviembre, la pareja de Longo, visiblemente afectada, expresó: “P’Nut fue lo mejor que nos ha pasado nunca”. Mark añadió, “descansa en paz, mi mejor amigo, gracias por los mejores 7 años de mi vida. Gracias por traernos tanta alegría a nosotros y al mundo. Siento haberte fallado, pero gracias por todo”.
“Ha sido el centro de mi mundo y el de muchos de ustedes durante mucho tiempo, no sé cómo procesar esto, emocionalmente. El año pasado nos mudamos a Nueva York con la esperanza de fundar un refugio de rescate en honor a P’Nut.
P’Nut Freedom Farm vivirá para siempre en su memoria. Con más de 350 rescates, hemos dependido en gran medida de P’nut y de nuestra comunidad en Internet para reunir donaciones y ayudar a más animales”, concluyó.