El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó una querella criminal por el caso de una interna que dio a luz a su hija en un pasillo de la cárcel de San Miguel. La acción judicial acusa el delito de torturas y fue presentada ante el Undécimo Juzgado de Garantía de Santiago.
El hecho ocurrió el pasado 25 de diciembre, en plena celebración de la Navidad, lo que habría ocasionado que en el recinto penal no hubiese personal médico especializado ni vehículos para transportar a la mujer.
Según el INDH, la afectada había pedido durante horas asistencia por el inminente nacimiento. “La víctima comenzó a mostrar síntomas de parto el 21 de diciembre. Dos días después ella pidió que la trasladaran a la sección cuna”, señaló la entidad encargada de velar por los Derechos Humanos.
“Pese a la solicitud de la víctima y a que el parto estaba programado justamente para el 23 de diciembre, la devolvieron a su módulo. La noche del 23 al 24 no pudo dormir por los dolores y el sábado pidió que la llevaran a la enfermería, lo que le fue denegado”, agregó.
“La noche del 24 al 25 los dolores se exacerbaron. Recién a las 7 de la mañana del día de Navidad aparecieron funcionarias de Gendarmería, a las que volvió a pedir que la llevaran a la enfermería. Ellas se negaron, aduciendo que sólo se podían atenderla después de las 8.30 de la mañana. Sólo cuando la interna les recordó que tenía 40 semanas de gestación se dispuso su traslado al hospital”, prosiguió.
El organismo acusó que el día del parto, a la mujer la llevaron a una celda de tránsito en el primer piso, “lugar que en ese momento estaba oscuro, sucio y con contenedores de basura, aumentando deliberadamente su grave condición y sufrimiento”.
Cuando comenzó a dar a luz, “funcionarios de Gendarmería y paramédicos la llevaron a través de un pasillo en una silla de ruedas rumbo al estacionamiento, pero entonces se produjo el nacimiento, a las 9:15 horas del domingo 25”.
“Con la recién nacida y el cordón umbilical sin cortar, a la víctima la subieron en el vehículo particular de una teniente de Gendarmería para llevarla al Hospital Barros Luco. El trayecto no tomó más de 10 minutos. La mujer permaneció internada hasta el martes 27, cuando le dieron el alta y la devolvieron a la cárcel. Ahora está en la sección cuna”, concluyó el relato.
La querella acusó que la víctima “tiene crisis de pánico y angustia, señala tener recuerdos de la experiencia traumática que fue parir sin anestesia, en un lugar sucio, oscuro, con olor a basura y desechos, ante muchas personas, pese a todas las advertencias que había hecho”.
El documento acusa que en el incidente sucedieron “una serie de acciones y omisiones que desatendieron intencionadamente el deber de custodia y garantía de las funcionarias de la unidad penal, causándole un grave sufrimiento a la víctima, sin considerar su grave estado de salud y su condición de mujer en trabajos de parto”.