En la segunda semana de juicio contra Nicolás Zepeda, por el presunto homicidio contra de la japonesa Narumi Kurosaki, quien desapareció el 4 de diciembre de 2016, se revelaron nuevos detalles de los testimonios contra el chileno.

Mediante una videoconferencia la escocesa Rachel Roberts-Hope, se refirió a la noche del 4 al 5 de diciembre de 2016 cuando desapareció la expareja de Zepeda: “A las tres de la mañana aproximadamente escuché unos espantosos gritos de mujer”, dijo.

“Tuve mucho miedo, cerré mi puerta y apagué la luz de mi habitación”, agregó, y lamentó no haber dado aviso a la policía en ese momento.

Entre llantos, la joven reconoció que lamenta lo ocurrido, al mismo tiempo que confesó que esa noche todavía la hace “sufrir”, ya que además residía a tres habitaciones de Narumi.

Además, esta joven indica a Nicolás Zepeda como el hombre que se escondió en la cocina de la residencia universitaria.

En tanto, Adrien Laurent, declaró en la audiencia que aquella noche “me despertaron los gritos. El tiempo de emerger, diría que duró dos minutos. Estos gritos terminaron en un traqueteo, un gruñido. Escuché en el pasillo, escuché puertas como si la gente controlara lo que estaba pasando. Me olvidé un poco de este asunto, pero diez días después, vi que la policía tomaba muestras y fui a declarar a la comisaría”.

Según el medio L’est, la declración provocó un quiebre de Taeko Korasaki, madre de Narumi: “Es demasiado para la madre de Narumi… Ante las múltiples historias que evocan estos gritos de agonía, Taeko Kurosaki rompe a llorar. La hermana de Narumi a su derecha y su abogada a su izquierda, se inclinan sobre ella en un intento de consolarla. La madre de la estudiante japonesa está acurrucada en el banquillo, con el rostro hundido en un pañuelo”.

“Taeko Kurosaki levanta la cara. Fija la mirada frente a ella, en dirección al palco donde Nicolás Zepeda está inmóvil, sentado, con la mascarilla sobre la boca, el rostro vuelto hacia el presidente del tribunal. Terrible escena”, detalla el citado medio.