Fuertemente golpeado por la serie de acontecimientos que ha vivido el país desde el 18 de octubre del año pasado y que se han agudizado con la emergencia sanitaria del coronavirus, el Hotel Sommelier Boutique, es uno de los tantos negocios que intenta poder levantarse en un futuro cercano cuando el virus deje de ser una amenaza para el territorio.
Emplazado en la comuna de Santiago, el edificio que otrora fue el Hotel Kapital, reabrió sus puertas en 2015 remozado y bautizado como un espacio exclusivo, elegante y versátil que se unió a la oferta hotelera y de eventos para los habitantes de la ciudad y los turistas de regiones y el extranjero que buscaban una alternativa de calidad y acorde a su bolsillo.
Así lo cuenta con añoranza a La Nación su dueño, José Ignacio Aravena, quien afirma que el emprendimiento familiar de calle Merced, a pasos del Parque Forestal, iba viento en popa, “sobre todo entre los años 2017-2018 donde (como sector) alcanzamos récords de ventas en torno a la industria del turismo y en donde llegaron a Chile aproximadamente 6 millones de turistas”, cifra nunca antes vista.
En el caso de su hotel, ese auge se vio favorecido también por la terraza con la que cuenta y que se hizo muy conocida, “dentro de las Top 10” de Santiago, “donde no sólo la vista de la ciudad nos jugó una buena pasada, si no que la gastronomía potenció que en épocas de primavera-verano estuviéramos full ocupación con listas de espera por muchas semanas”.
Junto con ese concepto, Aravena subraya que el valor agregado de este espacio es “nuestro compromiso y calidad con los clientes, ya que en muchas ocasiones son viajeros que buscan conocer el lado B de Santiago, visto desde un residente del país”.
“Ahí es donde algunos no solo vuelven, si no que mantienen conversaciones con trabajadores del hotel, ya que no solo los han atendido más de una vez, si no que han salido o realizado alguna actividad fuera de este juntos, lo que para nuestro huéspedes resulta ser una experiencia inolvidable”.
El estallido social, las cumbres internacionales canceladas y la pandemia que vive el país, han mermado este exitoso emprendimiento del rubro del turismo, en el corazón de Santiago, que no tuvo otra alternativa que acogerse a Ley de Protección de Empleo a la espera de una ayuda económica que le permita levantarse.
APOYO ECONÓMICO
Pero toda esa prosperidad quedó, por ahora, truncada con los efectos económicos de la crisis social y sanitaria que enfrenta Chile y que la han resentido muchos sectores del área productiva, particularmente el hotelero y turístico, que llevan meses cerrados, como es el caso de Hotel Sommelier Boutique.
“Fueron muchos los días que estábamos completamente cerrados aun con huéspedes dentro del hotel, el personal no pudo ir a trabajar por varios días, hubo que improvisar mucho, incluso, yo mismo serví en muchas ocasiones el almuerzo y cena para ellos”, comenta.
Su dueño señala que ello comenzó con el estallido social por las consecutivas protestas y hechos de violencia en el centro de Santiago, a las que siguieron la cancelación de las cumbres internacionales de las que el país iba a ser sede como la COP25, en noviembre del año pasado, y la APEC en diciembre.
“Teníamos todo vendido, apuntábamos a que esos meses amortiguaran las pérdidas de todo el 2019, año que fue bastante complicado en general”, enfatiza.
Pero el candado que mantiene sus puertas cerradas ahora es la pandemia del Covid-19, que ya les generó otros daños colaterales como la reducción de sus empleados en un 20%, bajando de 50 a 40 trabajadores, y tomar la decisión de acogerse a los instrumentos del Gobierno para proteger las fuentes laborales.
“Tanto el hotel como el restaurante están cerrados, no estamos percibiendo ningún tipo de ingreso y nos acogimos a la Ley de Protección del Empleo para no tener que despedir personal y estamos con algunas ideas que implementaremos para una pronta reapertura gradual”.
No obstante, este emprendedor hotelero no ve que en 2021 el escenario mejore mucho, considerando las secuelas que dejará el virus en la economía, porque habrá lentitud en retomar las actividades y se deberá cumplir con muchas medidas para funcionar.
José Ignacio Aravena remarca que frente a ese escenario, “necesitamos apoyo económico, el sector turístico es, en mi opinión, el más perjudicado con esta crisis; las fronteras siguen cerradas y no vemos con mucho optimismo la llegada de turistas extranjeros este año e inicios del próximo”.