El sujeto dio varias entrevistas a los medios asegurando haber ayudado a las víctimas que dejó el atentado en un concierto de Ariana Grande el 22 de mayo de 2017. Su historia desató una campaña de crowdfunding, que recaudo más de 36 millones de pesos a su nombre, según consignó The Independent.
La historia dio un radical giro cuando una grabación de las cámaras de seguridad mostraron a Parker robándole la cartera a una de las víctimas, cuya nieta murió en la explosión.
Además, las imágenes mostraron al hombre de 33 años sustrayendo el celular de un adolescente y revisando su chaqueta en busca de otras pertenencias.
Chris Parker admitió dos cargos de robo y uno de fraude en el primer día de su juicio en el Manchester Crown Court, sin embargo, negó haber intentado robar el abrigo de una persona y otros tres cargos de fraude.