El vocero de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), Héctor Llaitul, responsabilizó del ataque al equipo de prensa de TVN, hecho ocurrido el pasado 27 de marzo en Arauco y en cual el camarógrafo Esteban Sánchez resultó con la pérdida del ojo derecho, a las forestales de la región.
En una entrevista exclusiva a Chilevisión, Llaitul señaló que las forestales “van a tratar de frenarnos a cualquier costo, por eso nosotros le endosamos la responsabilidad a las forestales de este episodio, porque ellos son los principales interesados de que nosotros no demos cuenta de lo que está pasando en Wallmapu”.
El vocero de la CAM también descartó que el hecho se deba a rencillas con otros grupos autonomistas, como Weichán Auka Mapu y la Franja Lavkenche. “Tenemos diferencias. En el sustrato, en el fondo, no hay tantas diferencias. Por lo tanto, nosotros negamos que acá haya rencillas, peleas o divisiones de tipo fratricidas. Eso es falso, nosotros no tenemos problemas con las organizaciones hermanas”.
Las forestales “son los más interesados en tratar de demostrar que su contraparte, en este caso nosotros, no tenemos la razón, porque se sienten afectados con cómo nosotros vamos acumulando la fuerza necesaria para restituir nuestros derechos”.
Agregó que “la responsabilidad de las forestales de imponer la violencia está muy clara, no solamente cuando presiona al gobierno para que militaricen la zona a través de todas estas fuerzas especiales, el Comando Jungla, los blindados, que son una forma de violentar al pueblo nación mapuche, porque nosotros frente a eso obviamente vamos a tener una actitud y una posición de autodefensa y de resistencia”.
DIÁLOGO CON EL ESTADO
Llaitul, además, se abrió a la posibilidad de entablar un diálogo con el Estado de Chile, con la participación de veedores internacionales para llegar a un acuerdo con respecto al conflicto mapuche.
“La lucha gira en torno a dar una disputa territorial y a la recuperación de la autonomía como pueblo y eso es muy bien visto por los pueblos en general, también es bien visto por los organismos internacionales”, manifestó.
El líder de la CAM aseveró que “estamos dispuestos a buscar algún tipo de solución a este conflicto histórico”, pero aclaró que “el problema aquí es que el Estado chileno y los distintos gobiernos de turno que no han tenido la voluntad política de acercar posiciones en tal sentido”.
“Ahora que hay un recrudecimiento del conflicto parecen haber señales de que hay esta posibilidad de diálogo… el señor (Francisco) Huenchumilla dijo algo que, a nuestro juicio, no fue una arrancada de tarros, sino una postura que hay de un cierto sector de la clase política, que se podría allanar esta posibilidad de un diálogo en donde existan observadores internacionales, donde existan garantes. Esto se hace en los conflictos, en general”, sostuvo.
Explicó que de esta manera existe la opción “de interlocutar más allá de hablar frente a nuestros enemigos históricos, o nuestros adversarios, también hablar al mundo de por qué nosotros estamos luchando por la recuperación de los territorios y de la autonomía, cuál es el trasfondo de este tipo de lucha, de estas formas de lucha”.
Sin embargo, subrayó que para este diálogo “nosotros ponemos algunas condiciones, que son condiciones absolutamente legítimas a poner en la mesa para poder establecer puntos de encuentro si es que esta situación ocurriese”.
Aclaró que esto implica “un párele definitivo a la intromisión de los partidos políticos, sobre todo de la institucionalidad opresora, porque ellos reproducen un tipo de colonialismo tal en donde nos van a subsumir en lógicas que son absolutamente contraproducentes con la causa mapuche”.
“En el fondo, toda la lucha mapuche que se ha venido desarrollando tiene que ver con el reposicionamiento del mundo mapuche, una institucionalidad mapuche, con nuestras formas de entender la relación con la tierra, un tipo de sociedad basado en normas y principios del ad mapu, del kome munyen, del mapuche rakiduam, mapuche kimun, toda esa forma propia y que se contrasta con lo que nos impone el Estado o la institucionalidad opresora”, añadió.