Para el recién asumido jefe del Máximo Tribunal, esta materia y la de los indultos para violadores de derechos humanos no son injerencia de los magistrados sino del Ejecutivo por tratarse de una decisión política.
“El cierre de Punta Peuco no es una cuestión en que los jueces –nosotros- tengamos algo que decir”, sentenció este martes el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, consultado por el tema que aún ronda a la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, quien todavía no lo resuelve. El recién asumido jefe del Poder Judicial conversó con radio Cooperativa, oportunidad en la que también subrayó que tampoco es labor de los magistrados pronunciarse sobre eventuales indultos a quienes cumplen condenas por delitos de lesa humanidad en ese penal para militares y ex agentes de la dictadura. “Sobre el indulto lo mismo, porque es una potestad también de la Presidenta de la República. Esos no son temas”, afirmó el ministro, reconociendo que ésta es una visión distinta a la de su antecesor, Hugo Dolmestch. “El presidente Dolmestch tiene una forma distinta de entender esto. (…) No soy -creo- persona que rehúya opiniones sobre cosas, pero (…) eso tiene que ser resuelto de otra manera”, indicó Brito. Subrayó que “en este país no hay un sistema de ejecución de castigos de orden jurisdiccional, en que los jueces tengan oportunidad de verificar algunas cosas. En otros sistemas hay instancias donde los jueces se ocupan de verificar si el castigo ha producido efectos y si es posible mantenerlo”. Acotó que esa “no es la situación de nosotros, y por lo mismo, yo no tengo nada que decir (…) Nosotros entendemos que es bueno que algún día tengamos ejecución de sanciones controladas por los jueces”.
