Un enorme “agujero azul” sin fondo ubicado en la costa sureste de México, en una bahía de la península de Yucatán, cercano a la zona donde se cree que impactó el asteroide que culminó con el exterminio de los dinosaurios, se encuentra bajo el estudio de científicos, quienes apuntan a que se trataría del más profundo del mundo ya que no han logrado dar con su fondo.
De acuerdo con Science Alert, el agujero azul de Taam Ja’ sería mucho más profundo que el “Agujero de Dragón” ubicado en China, el cual hace unos meses se posicionaba como el más profundo de la Tierra, con una extensión de 301 metros. Sin embargo, un nuevo estudio entregó mayores detalles sobre la hendidura submarina.
El Taam Ja’ fue descrito por primera vez en 2023, donde fue declarado el segundo agujero azul más profundo del mundo. En la actualidad, diferentes sondeos apuntarían a que podría ser mucho más hondo que su par chino. El método utilizado para medir su profundidad es a través del sonido: Los científicos envían frecuencias que viajan a través del agua y que rebotan con el fondo marino.
Curiosamente, las ondas acústicas enviadas al Taam Ja’ son absorbidas antes de alcanzar los 274 metros, es decir, existe una mayor profundidad. Ante la incógnita, en 2023, expertos del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) decidieron utilizar un nuevo método al dejar caer un instrumento de medición sujeto a un cable.
La herramienta en cuestión se extendió 500 metros, su máximo, sin tocar el fondo. Cabe destacar que su descenso no fue recto debido a las irregularidades del agujero, alcanzando una medida aproximada de 420 metros. A su vez, el cable medía factores como la temperatura, presión y conductividad del agua y, además, detectó condiciones cambiantes en las corrientes, por lo que podría existir un túnel que conecte con mar abierto u otros agujeros, consignó Radio Biobío.
“Es fundamental seguir investigando e implementando tecnologías de navegación submarina para descifrar su profundidad máxima y las posibilidades de formar parte de un sistema interconectado de cuevas y túneles”, indicaron los científicos.
Por el momento, no existe información sobre su relación con el impacto del asteroide Chicxulub u otras causas naturales.