La ong ambientalista y otras dos organizaciones llevaron al país ante tribunales, acusándolo de no respetar la constitución.
La justicia noruega desestimó este jueves la demanda presentada por Greenpeace y otras dos oenegés, para que Noruega revoque las 10 licencias petroleras otorgadas en el Ártico, en un veredicto que puede ser apelado. El tribunal de Oslo determinó que el Estado noruego no violó la Constitución al otorgar en mayo de 2016 concesiones en el Mar de Barents a 13 petroleras, entre ellas la nacional Statoil, las estadounidenses Chevron y ConocoPhillips y la rusa Lukoil. El cumplimiento de la constitución fue cuestionado por las ONGs Naturaleza y Juventud (Natur og Ungdom), Greenpeace y Abuelos por el Clima, que denunciaron a Noruega ante la justicia, invocando una reciente disposición constitucional que garantiza el derecho de todos a disfrutar de un medio ambiente sano. Gobiernos de todo el mundo están siendo llevados a juicio por sus responsabilidades en el cambio climático, en un cambio de estrategia de las organizaciones ecologistas. Estados Unidos deberá enfrentar una demanda de 21 jóvenes que dicen representar a las generaciones futuras, ante su rectificación del Acuerdo Climático de París. Las organizaciones denunciantes también hicieron hincapié en que la autorización para nuevas actividades petroleras en el Ártico, región con un ecosistema particularmente frágil, contradice el Acuerdo de París firmado por Oslo en 2016. El objetivo de este tratado internacional es limitar a dos grados centígrados el calentamiento climático global. El tribunal de Oslo reconoce el derecho de todos a un medio ambiente sano que establece la carta magna del país, pero concluyó que la atribución de licencias de exploración petrolera no vulnera este derecho. Esto debido a la dificultad para vincular la extracción con el daño al medio ambiente. El juez concluyó que Noruega sí puede ser considerada responsable de la emisión de dióxido de carbono, relacionado a los hidrocarburos que exporta hacia otros países. El país es el mayor productor de petróleo y gas natural de Europa occidental.
