El gobierno boliviano interpondrá una demanda de inconstitucionalidad contra una ley del Congreso, controlado por el partido del expresidente Evo Morales, que impone la convocatoria de elecciones en 90 días. El ejecutivo alega que esos comicios podrían poner en peligro a los votantes ante la epidemia de coronavirus.
“La próxima semana acudiremos al Tribunal Constitucional para interponer una acción de inconstitucionalidad a esta ley que atenta contra la salud y la vida de todos los bolivianos”, dijo en una declaración de prensa el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, brazo derecho de la mandataria interina Jeanine Áñez.
El propósito es paralizar esa ley, explicó.
El Congreso aprobó el jueves la ley de convocatoria de elecciones que fija un plazo máximo de hasta 90 días para los comicios.
El texto fue promulgado por la presidenta del Senado, Eva Copa, miembro del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales, después de que la presidenta Áñez se negara a hacerlo, alegando que el país está en situación de emergencia por el coronavirus.
Núñez explicó que las normas legales le otorgan al gobierno las facultades de establecer políticas que prioricen la salud de la población, más aún cuando se estima que la pandemia podría aumentar durante la temporada de invierno que comienza en junio.
“De acuerdo a las proyecciones científicas, entre los meses de junio y agosto se registrarán los picos más altos de contagios de coronavirus”, señaló.
“Denunciamos ante la comunidad internacional este acto de Morales y el MAS que pone en riesgo la vida de 11 millones de bolivianos”, añadió el ministro.
Bolivia registró hasta la fecha 1.167 contagiados y 62 fallecidos. La pandemia provocó la postergación de las elecciones, inicialmente previstas para el 3 de mayo.
Morales, asilado en Buenos Aires desde noviembre, tras renunciar un mes antes, felicitó desde Twitter el trabajo de su bloque político en el Parlamento y dijo que “el pueblo quiere que se recupere la democracia. (Pero que al gobierno) no le interesa la salud, le interesa asaltar al Estado”.
El economista Luis Arce, delfín de Morales, marcha primero en la intención de voto, según una última encuesta de marzo pasado, con el 33,3%, seguido a gran distancia por el expresidente centrista Carlos Mesa con 18,3% y la mandataria interina de derecha Áñez con 16,9%.
El gobierno de Áñez culpó el viernes al partido de Morales de promover protestas en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, y en el poblado de Yapacaní, en el departamento de Santa Cruz (este), dos bastiones del exmandatario.